En los comedores de las tres escuelas "Timkatec" se distribuyeron comidas de arroz en el segundo semestre de 2022, que los alumnos pudieron llevarse a casa incluso cuando las escuelas estaban cerradas. Tras las vacaciones de verano, la escuela debía reabrir en octubre, pero la crisis política del país, la creciente inseguridad y los consiguientes disturbios provocaron el cierre de todas las escuelas. Los salesianos no reanudaron el curso hasta el 28 de noviembre, cuando la situación era más segura.
Guylaine Bastien estudió enfermería y se graduó en la escuela de Timkatec. Ahora es enfermera en la escuela: "Como enfermera, tengo la tarea de vigilar la salud de los niños de Timkatec. Les han gustado mucho las comidas de ‘Rise Against Hunger’. He notado un cambio significativo en ellos, ahora tienen más fuerza y energía y enferman con menos facilidad".
La primera escuela de Timkatec se fundó en 1994 para educar a antiguos niños de la calle. Más tarde, se amplió para incluir a niños desfavorecidos de la zona que no habían tenido la oportunidad de ir a la escuela hasta los ocho o diez años. Luego se añadieron escuelas de formación profesional para que los jóvenes pudieran aprender un oficio.
Paralelamente, el mismo proyecto de distribución de comidas a base de arroz se lleva a cabo en el "Don Bosco Lakay" de Cap-Haïtien. También aquí, gracias a la probada colaboración entre “Salesian Missions” y “Rise Against Hunger”, los alumnos tienen acceso a una dieta mejor y más nutritiva.
“Don Bosco Lakay" se ha enfrentado a muchos retos debido a la inestabilidad que ha paralizado la capital del país. Ha habido problemas de saneamiento y, debido al agua contaminada, se ha extendido el cólera. Además, han subido los precios de los alimentos y otros productos básicos. Por todas estas razones, el "Don Bosco Lakay" estuvo cerrado durante mucho tiempo. Preocupa el impacto duradero que esto tendrá en los jóvenes, que ya han perdido meses y meses de escuela debido a los cierres impuestos por la pandemia de Covid-19.
Por ello, las comidas de arroz ayudan a compensar las carencias causadas por la agitación política y el aumento de los precios en el país. Muchos jóvenes, como Lélé Desclasses, que estudia en el instituto salesiano para convertirse en electricista, gracias a esta nueva alimentación, sólida y nutritiva, pueden recuperar fuerzas, ganar peso y retomar sus estudios con mayor concentración.
Los Salesianos empezaron a trabajar en Haití en 1935, en respuesta a la petición del gobierno haitiano de crear una escuela de formación profesional. Desde entonces, han ampliado su labor hasta incluir once centros educativos principales y más de doscientas escuelas en todo el país.