Salesianos e Hijas de María Auxiliadora realizan un gran trabajo para el desarrollo del país, sobre todo en la educación y en la mejora de la calidad de vida. Las salesianas tienen dos escuelas: en Venilale y en Fuiloro. En Venilale hay una escuela técnica e internado para las chicas que estudian gastronomía y hotelería. Muchas estudiantes piden la posibilidad de vivir en internado, no solo porque viven en los pueblos lejanos. Pero, aunque sus familiares no vivan lejos, en muchos casos, habitar con la familia lejana significa trabajar como esclavo y no tener tiempo para estudiar. Otras no quieren vivir con la familia debido a la violencia y los abusos de la parte de sus parientes.
En 2016 las hermanas cambiaron el Centro Formativo en Dili, la capital de Timor Oriental, a un lugar, donde los graduados de las escuelas salesianas pueden mejorar sus habilidades profesionales. Ahora el Centro contrata 27 chicas en prácticas que se graduaron en hotelería, gastronomía o sastrería en Vanilale o Fuiloro. Por su trabajo reciben un salario mensual y, después de medio año, un diploma que les ayudará a encontrar un trabajo fijo.
Como dice la hermana Joanna Goik, misionera polaca que trabaja en Timor desde hace 27 años: “Timor Oriental es un país joven, con una población muy joven. Más de la mitad de los ciudadanos todavía no cumplieron 19 años de edad. Esta situación causa muchos desafíos, pero puede ser también una fuente de muchas posibilidades. Estos jóvenes, si están bien capacitados, cuando entran en el mercado laboral, pueden ser una fuerza que llevará al desarrollo económico del país”.
Las salesianas, aparte de su actividad educativa, apoyan también a la comunidad local en Venilale. Gracias a los proyectos misioneros, coordinados por la Procura Misionera Salesiana en Varsovia, organizan, por ejemplo, la nutrición de los niños en el oratorio. En el marco del proyecto del año 2014, las hermanas compraron uniformes nuevos, zapatos y útiles escolares para 160 de sus protegidos.