La sesión se abrió con las palabras de bienvenida de Don Costa a los vaticanistas y periodistas expertos en comunicación religiosa y eclesial que habían acudido a Valdocco, "un grupo especialmente cualificado y unido por una simpatía común hacia la figura de Don Bosco", como expresó el coportavoz de la Congregación Salesiana.
En la primera parte de la Conferencia de Prensa, el Rector Mayor explicó su servicio de animación y gobierno de la Congregación, que engloba a 14.000 salesianos en 134 naciones - que sigue expandiéndose hacia nuevas fronteras misioneras - y que, aunque "sin triunfalismos", puede presumir todavía de unos 450 novicios que hacen su primera profesión cada año y de una media de un joven salesiano en formación por cada 4,2 Hijos de Don Bosco.
Hablando de sí mismo y de sus compromisos, el Rector Mayor destacó el conocimiento de la realidad salesiana mundial, tras haber viajado a 110 países en los últimos nueve años.
A continuación, comentó el origen de la obra salesiana en Turín y alabó la elección de haber desarrollado ese "tour de prensa" sobre los pasos de Don Bosco en Turín y sus alrededores, esos lugares salesianos que el 27º Capítulo General de 2014 -en el que fue elegido- señaló como un espacio privilegiado a proteger.
Terminada la presentación, el Rector Mayor respondió a todas las preguntas recibidas. Habló de la permanencia de los Salesianos en Ucrania al lado de los necesitados, llevando alimentos y medicinas incluso a los territorios de mayor riesgo; y del gran esfuerzo de acogida, que implicó también a países vecinos, y a toda Europa, también en colaboración con los demás grupos de la Familia Salesiana.
Después habló de la presencia salesiana en Hong Kong, Taiwán y Macao, animada por la Inspectoría "María Auxiliadora" con sus obras educativo-pastorales, y del servicio cualificado de algunos salesianos en la China continental, de acuerdo con las autoridades locales.
Sobre la experiencia de la pandemia, confesó que el confinamiento en Europa fue duro para todos, y él mismo experimentó la dificultad y los efectos de la separación; pero fue más duro aún en aquellos países -muchos de ellos con una gran presencia salesiana- donde millones de personas viven de la economía sumergida, y donde la elección de tantas personas fue preferir el riesgo de morir infectados por el Covid-19 a la casi certeza de morir de hambre si se hubieran quedado en casa.
Por otra parte, señaló que al mismo tiempo, la pandemia ha generado una gran ola de generosidad mundial, con las Oficinas Misionales y las organizaciones salesianas de todo el mundo gestionando, con la máxima transparencia, 12 millones de euros de ayuda. Del mismo modo, se ha producido un florecimiento de la creatividad juvenil que ha intentado suplir la ausencia de contacto humano a través de los medios de comunicación.
En esta era post-Covid-19, hay que señalar tanto la reanudación de las actividades presenciales de animación, como iniciativas en línea con la Laudato Si' y la ecología integral y el Pacto Mundial por la Educación promovidos por el Papa Francisco.
Respondienso sobre la política salesiana en materia de abusos por parte de religiosos, el Rector Mayor afirmó tajante: "Para nosotros, que hemos prometido públicamente dedicar nuestra vida a los adolescentes y jóvenes, ¡incluso un solo caso en el que se haga daño a un menor es un dolor terrible!". Además, recalcó el máximo cuidado, también a nivel de protocolos, que se viene empleando desde hace años en el tratamiento de estos casos. También subrayó el compromiso de la Congregación en la lucha contra estas situaciones y en la respuesta a los casos concretos con los medios adecuados. No ocultó que se han producido, en algunos casos, acusaciones infundadas contra religiosos, quizá motivadas por meros intereses económicos, y pidió también que se afronte la realidad de los abusos como lo que es: un grave problema social, no sólo de la Iglesia.
Sobre el acompañamiento a los jóvenes con disforia de género o dudas sobre su orientación sexual, y en los retos relacionados con este tema, el Rector Mayor se declaró unido al Papa Francisco y al Magisterio de la Iglesia, y destacó tres prioridades: no reducir la respuesta de la Iglesia a actitudes de condena o castigo, sino mostrar una actitud de misericordia y proximidad, sin que esto justifique ninguna exigencia, mostrar siempre respeto hacia la persona, y comprometerse en ayudar a quienes viven estas experiencias a vivir su vida en plenitud.
En relación con diversas situaciones delicadas a nivel internacional, como en países devastados por la guerra donde hay presencias salesianas, explicó cómo el silencio es una respuesta de sabiduría y prudencia, para proteger a las comunidades locales y a las personas a las que se dedican.
Explicó que ve un designio de la Providencia detrás de los diversos acontecimientos humanos relacionados con la herencia Gerini, que han llevado al traslado de la Casa General al Sagrado Corazón de Roma y al Consejo General a reunirse en Turín-Valdocco en estos meses. Así, la nueva Casa General se está reformando para que sea moderna, funcional y ecológica.
Sobre el tema de la transmisión de la fe, señaló que mucho ha cambiado desde la época de Don Bosco hasta hoy. Los salesianos siguen empeñados en preparar a los jóvenes para la vida y también en transmitir la fe, incluso allí donde los cristianos son minorías. Todo ello sin hacer proselitismo, sino con un anuncio explícito de la fe cristiana allí donde sea posible, y siempre y en todas partes respetando la libertad de los jóvenes y sus realidades, y mediante el testimonio de vida. Por eso explicó que la máxima de Don Bosco "buenos cristianos y honrados ciudadanos", puede traducirse bien hoy con la expresión "buenos creyentes y honrados ciudadanos".
Por ello, el padre Fernández Artime reiteró la importancia, en la propuesta educativo-religiosa salesiana, de la libertad del joven, más aún en ambientes universitarios, cuando los jóvenes son mayores y conscientes de sus opciones. Una libertad que luego se traduce, en aquellos jóvenes que aceptan esta propuesta, en una fe auténtica y verdadera, sin complejos y capaz de expresarse incluso en el compromiso público y social.
El oratorio, entendido como estructura -añadió-, sigue siendo firmemente relevante en realidades como Italia; en otras realidades lo es menos, pero la centralidad de la "dimensión oratoriana de la educación salesiana" no ha decaído. Por ejemplo, en muchas realidades salesianas existen "centros juveniles", que recuperan aquellas dimensiones que acogen y promueven el sano uso del tiempo libre, el asociacionismo y el liderazgo juvenil... Elementos todos ellos que son y siguen siendo centrales en las obras salesianas de todo el mundo.
En conclusión, dijo, que el objetivo de la Congregación sigue siendo el mismo de siempre: la educación de los jóvenes para la vida y en la fe, que se realiza a través de diversas estructuras como parroquias, centros juveniles, oratorios, escuelas, universidades...
Al concluir el encuentro, el Rector Mayor mostró algunos ejemplos -como la presencia salesiana en los campos de refugiados de Kakuma, en Kenia, o Palabek, en Uganda- el bien que los salesianos hacen silenciosamente en las realidades marginales y más olvidadas del mundo.
A continuación, invitó a los periodistas presentes a saborear durante estos días el carisma de Don Bosco y la espiritualidad de San Francisco de Sales, patrono de los Periodistas y les exhortó a ser cada vez más, no sólo trabajadores de los medios de comunicación, sino verdaderos "comunicadores de la verdad", capaces de difundir con su trabajo y su profesionalidad el bien que silenciosamente se hace en tantas casas salesianas.
