En los buenos días les expresó que en su recorrido por países del mundo había encontrado jóvenes diferentes por su cultura y su color de la piel, pero iguales en sus sueños y sus alegrías.
Antes del mediodía el P. Ángel se dirigió a la casa natal de la beata sor María Romero convertida en museo y centro de peregrinaciones. Salesianos e Hijas de María Auxiliadora participaron en la celebración Eucarística. El Rector Mayor, comentando la espiritualidad de sor María Romero, expresó que “la generosidad y la donación se convierten en frutos de vida. Una palabra, una sonrisa, un abrazo pueden tocar la vida de un muchacho, una muchacha. El Señor ponía las manos y curaba. Nosotros tenemos este poder sanador”.
Al mediodía, se reunió con los Salesianos de Nicaragua a quienes ofreció una visión optimista de la congregación, sin soslayar sus sombras, y los estimuló a crecer en fidelidad a la vocación salesiana. Expresó su satisfacción por la vitalidad de la inspectoría centroamericana.
Al finalizar el día se reunió con los grupos de la familia salesiana en la Casa Pellas en el centro de la ciudad. El P. Á. F. Artime ofreció un fuerte mensaje sobre el servicio a los jóvenes más pobres como centro vital de su vida apostólica. Después compartió una cena entre música, abrazos, saludos y fotografías para la historia.
De esta manera se despidió de este país para continuar su visita. El jueves 1 de septiembre llegará a Tegucigalpa, Honduras.