El tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones -explica una nota de la Oficina de Prensa de la Santa Sede- está ligado idealmente al del 2022, "Escuchar con el oído del corazón", y quiere ser parte del camino que llevará a toda la Iglesia a la celebración del Sínodo de octubre de 2023. Hablar de corazón significa "dar razón sobre la esperanza que hay en nosotros" (cf. 1 P 3, 14-17) y hacerlo con mansedumbre, utilizando el don de la comunicación como un puente y no como un muro. En un tiempo marcado -incluso en la vida eclesial- por polarizaciones y debates exasperados que exacerban las almas, invita a todos a ir contra corriente.

"No debemos tener miedo de afirmar la verdad, a veces inconveniente, que encuentra su fundamento en el Evangelio -continúa la nota vaticana- pero no debemos separar este anuncio de un estilo de misericordia, de participación sincera en las alegrías y en los sufrimientos de el hombre de nuestro tiempo, como nos enseña de manera sublime el pasaje evangélico que narra el diálogo entre el misterioso caminante y los discípulos de Emaús.

Hoy, en el contexto dramático de conflicto global que estamos viviendo, se hace aún más necesario afirmar una comunicación no hostil. Una comunicación abierta al diálogo con el otro, que favorece un 'desarme integral', que se esfuerza por desmantelar la 'psicosis de la guerra' que acecha en nuestros corazones, como urgía proféticamente San Juan XXIII, hace 60 años en la Pacem in Terris. Es un esfuerzo que se requiere por parte de todos, pero en particular de los operadores de la comunicación llamados a ejercer su profesión como misión para construir un futuro más justo, más fraterno y más humano”.

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