“Tenemos verdaderamente una extraordinaria oportunidad de gracia al inicio de nuestros Ejercicios Espirituales: no estamos aquí como turistas, atraídos por un hecho histórico, sino para mirar juntos en profundidad la Primera Evangelización de estas tierras. Hoy traemos aquí, en este lugar, todo el carácter misionero de nuestras presencias en el sur de Asia”, señaló el Rector Mayor en la apertura de la celebración.
En cambio en su homilía, el padre Ángel trazó un único hilo rojo que une la figura de María, cuya fiesta de la Natividad se celebra hoy, con la de San Francisco Javier y la de Don Bosco. “Podemos decir que la profundidad espiritual de algunas personas ha cambiado la vida de muchas otras”, condensó en una sola frase.
De la Virgen María, el Rector Mayor subrayó "la profundidad del corazón, capaz de decir sí a la propuesta sobrehumana de Dios".
En referencia a san Francisco Javier, "un joven misionero de una joven congregación", el Rector Mayor recordó los orígenes humildes de la Compañía de Jesús, nacida de unos universitarios en París y de la experiencia de un soldado español, Ignacio de Loyola, unidos por el deseo de encontrar nuevos modos de vivir y difundir el Evangelio.
"¿Cuál fue la pasión del corazón de este noble español para hacer algo tan loco como llegar tan lejos, hasta la muerte?". Y añadió otra reflexión, pensando en los cinco siglos de vida de la Compañía: “Cuando algo viene de Dios, dura mucho tiempo; cuando es un proyecto humano, pronto decae”.
Finalmente, el Rector Mayor destacó la figura de Don Bosco, que fue “otro gran misionero aunque no haya ido nunca a los lugares de misión”. "¡Cuánta pasión tenía Don Bosco al soñar con una Congregación para la salvación de los chicos!" recordó el Rector Mayor, citando también el deseo del Santo de la Juventud de partir para las misiones y el hecho de que 15 años después de la fundación de la Congregación estaba enviando salesianos hacia Argentina.
“Si hoy estamos todos aquí presentes es porque Don Bosco tenía un gran corazón misionero”, añadió, antes de concluir con un llamamiento a todos los presentes: “Pidamos todos a Dios un corazón lleno de pasión por la misión en la que nos encontramos".
Al final de la celebración, el Rector de la Basílica, Padre Patricio Fernandes, SJ, tomó la palabra y envió un mensaje de saludo a todos los presentes, ilustró la historia, las bellezas y los mensajes contenidos en las obras de la basílica y subrayó el compromiso común de los religioso con la evangelización.
La Eucaristía, transmitida en vivo en el canal de la Basílica, se puede ver aquí.