“Estuvo todo tranquilo durante unos días, pero hoy (ayer, Ed.) cayeron misiles y bombas en Lviv. Gracias a Dios estamos vivos y bien, pero no hay luz. Solo vimos el humo de las casas en algún lugar del horizonte de la ciudad", escribieron las FMA al Responsable de la Coordinación Salesiana para la Respuesta de Emergencia en Ucrania.
Las hermanas, a pesar de la tristeza de la situación, no dejan de infundir esperanza y valor, y acompañan su comunicación con bendiciones y agradecimientos por la vasta operación salesiana de ayuda a los necesitados y por el apoyo espiritual y moral a través de la oración.
De hecho, los salesianos, con tantos voluntarios laicos y miembros de la Familia Salesiana, siguen cerca de la población ucraniana en diversas formas, incluso de los aproximadamente 5 millones de refugiados que han huido a los países vecinos.
De Moldavia, por ejemplo, llega el testimonio del padre Andrea Ballan, director de la única presencia salesiana activa en el país, en la capital, Chisináu. “Estamos en contacto con Cáritas Moldavia y colaboramos con ellos”. Como fruto de esta sinergia, por ejemplo, Cáritas ha donado algunas camas a la casa salesiana activa en dar hospedaje a los refugiados, y se ha comprometido a sufragar parte de los gastos de la casa parroquial de Cretoaia, donde los Hijos de Don Bosco siguen albergando a los desplazados.
“En este momento en Moldavia, parece que la mayoría de los refugiados están alojados en familias o han alquilado un apartamento -continúa el padre Ballan-. Los que están en campos de refugiados son cada vez menos. Por ello, muchas ONG se están centrando en la distribución de paquetes de alimentos, productos de higiene personal…. Cáritas también es socia del programa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que distribuye dinero directamente a los refugiados y a sus anfitriones”.
Actualmente, todas las ONG activas en Moldavia están haciendo grandes esfuerzos para responder a la crisis actual. “Nosotros también estamos muy ocupados al tal punto que en momento no necesitamos otras ayudas externas, porque lo que ya hemos recibido y los proyectos que tenemos en marcha son suficientes”, concluye el salesiano.
