El "Don Bosco Kansebula" pudo mejorar el rendimiento de la granja presente en la obra y por lo tanto dar mayor apoyo nutricional no solo a los menores que asisten a las escuelas salesianas, sino también a los que viven en el pueblo y a numerosas madres solteras.
La obra se beneficia con una finca de 44 hectáreas, que abastece de alimentos a la casa de formación salesiana y al pueblo cercano. Desde sus inicios, “Don Bosco Kansebula” ofrece formación filosófica a los jóvenes salesianos y brinda a todos sus alumnos cobijo y apoyo nutricional. Los habitantes del pueblo también utilizan la granja para cultivar alimentos para ellos y para toda la comunidad.
La mayoría de los jóvenes del pueblo no pueden permitirse el lujo de tener más de una comida al día y la calidad de la misma no es lo suficientemente buena. Con la pandemia, muchos se han sumido aún más en la pobreza y no poseen los medios para mantenerse. Por lo tanto, el objetivo de este proyecto es ayudar a aumentar el rendimiento de la granja, para satisfacer las necesidades nutricionales de los que participan en los programas salesianos y de todo el pueblo.
Wilondja Mayayu Luc es una joven salesiana beneficiada; cursa el tercer año de Filosofía y ha terminado el bachillerato como técnico agrónomo. “Estoy muy feliz por la generosidad que han mostrado al apoyar nuestros pequeños proyectos comunitarios -dijo-. La asistencia financiera brindada nos ha ayudado a resolver las dificultades relacionadas con la inseguridad alimentaria. Con este proyecto pudimos empezar a criar pollos de engorde, gallinas ponedoras y también comprar algunas cabras. Incluso hemos añadido algunas verduras para garantizar la seguridad alimentaria. Ha sido una gran alegría para nuestra comunidad tener una diversidad de vegetales y animales de granja”, agregó.
Los salesianos han estado trabajando en la República Democrática del Congo durante más de 100 años para garantizar que los niños más vulnerables no sean marginados. Las escuelas primarias y secundarias y los programas salesianos sientan las bases para el aprendizaje, mientras que los programas salesianos en el sector de la Formación Profesional ofrecen a muchos jóvenes la oportunidad de un futuro estable y productivo.
A pesar de la gran riqueza de materias primas que posee, la República Democrática del Congo es una nación muy pobre y la mitad de la gente del país vive por debajo del umbral de la pobreza, con menos de 1 dólar al día. Además, debido a los conflictos en curso, más de 8,5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria urgente. Más de 4,1 millones de congoleños están actualmente desplazados y 620.000 buscan refugio en los países vecinos, sin olvidar que un número superior a 7,5 millones de personas no tienen suficientes alimentos para comer.