Si los países más cercanos a Ucrania ya han recibido a varios miles de personas -casi todas mujeres, niños y ancianos- que han cruzado la frontera occidental de Ucrania, el resto de Europa también se está movilizando a través de convoyes dedicados y corredores preferenciales para ofrecer hospitalidad a los ucranianos que huyen.
Esto se debe a que la huida masiva del país en guerra es un fenómeno muy rápido y sin precedentes: de hecho, el número estimado de personas que han abandonado Ucrania se ha elevado a 1 millón desde que estalló el conflicto hace una semana. Lo hizo saber Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, en un reciente tuit, comentando el dato y haciendo un nuevo pedido de paz: "Para muchos otros millones de personas que se encuentran dentro de Ucrania, es hora de que las armas callen, para que se pueda brindar una asistencia humanitaria que salve vidas”.
El éxodo de los ucranianos, en términos de velocidad, no tiene precedentes en este siglo. Según el calculo del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, más del 2% de la población -que asciende a 44 millones de ciudadanos- se puso en movimiento en menos de una semana. Y una estimación de la agencia de las Naciones Unidas indica que hasta 4 millones de personas podrían abandonar Ucrania.
Los datos de ACNUR contabilizaron 934.000 refugiados hasta la tarde de ayer, 2 de marzo. De ellos, más de 505.000 cruzaron la frontera polaca, mientras que al menos otros 116.000 fueron a Hungría. Moldavia acogió a una cantidad de refugiados superior a 79.000, Eslovaquia a 71.200. Poco después la Agencia recibió estimaciones de las nuevas llegadas hasta la noche.
Justamente ayer, ante esta situación, al final de la audiencia general del miércoles, el Papa Francisco elogió públicamente a las autoridades y a la población polaca: "Ustedes fueron los primeros en apoyar a Ucrania, abriendo sus fronteras, sus corazones y las puertas de sus casas a los ucranianos que huyen de la guerra. Ellos están ofreciendo generosamente todo lo que necesitan para que puedan vivir dignamente, a pesar del drama del momento. ¡Les estoy profundamente agradecidos y les bendigo de corazón!”.
Siria, donde estalló la guerra civil en 2011, es hasta ahora el país con mayor número de personas que han abandonado el país: más de 5,6 millones, según datos de ACNUR; pero solamente llegaron a superar el 1 millón después de 3 meses. Shabia Mantoo, portavoz de ACNUR, dijo que, si el fenómeno migratorio mantiene este ritmo, el éxodo de Ucrania podría convertirse en "la mayor crisis de refugiados de este siglo".
Ante una tragedia humana de estas proporciones, los salesianos de Italia dieron de inmediato un mandato a "Salesianos por el Social APS" para que tomen medidas destinadas a recibir a los refugiados ucranianos, según lo que se establecerá también a nivel nacional.
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