El viernes 29 de julio ha sido para todos los participantes un día especial. Además de la catequesis, el festival de la juventud y la Eucaristía en grupos lingüísticos, también participaron en el Vía Crucis. La ciudad de Blonie en Cracovia ha recibido cientos de miles de personas, junto con el Papa Francisco han reflexionado sobre los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Las estaciones tradicionales de la Cruz se resumieron con las obras espirituales y corporales de misericordia. Las palabras de la Escritura han encontrado su referencia a la situación específica del mundo contemporáneo, estimulando a todos los participantes a la reflexión.
En su discurso, el Santo Padre, en referencia a las experiencias difíciles de muchas personas, como la guerra, el terrorismo y la violencia, subrayó que Dios está presente en todos los que sufren. El Papa hizo hincapié en que las obras de misericordia nos ayudarán a abrirnos a la misericordia de Dios. El mundo necesita a los jóvenes que no quieren vivir sus vidas mediocremente. Instó a los jóvenes a dar la vida para que se conviertan en participantes activos del servicio y de la caridad. Muy atrayente fue la presentación de las estaciones del Vía Crucis a través de la música y el teatro. El Camino de la Cruz ha sido interpretado por actores y lo han realizado como un medio para la reflexión.
El Rector Mayor vivió intensamente el día de hoy. Ha realizado la catequesis para jóvenes que hablan el inglés y celebró la Santa Misa en español. Al final del día, participó en el Vía Crucis.
Hay que recordar que el Santo Padre en la mañana visitó el campo de concentración de Auschwitz. En el lugar oró por las víctimas de los crímenes nazis y se reunió con ex prisioneros de los campos de concentración.