La visita concluyó en Piła con la Misa en la Iglesia de San Juan Bosco, a la que asistieron el Consejo Inspectorial y los Directores de las comunidades locales de Polonia y Suecia. Durante su homilía, el padre Klement aseveró: “Don Bosco está vivo aquí. Está vivo en cada salesiano”.

Luego, en referencia al Evangelio del día, subrayó la figura de San José que "aunque no habla, es la experiencia. San José es muy valiente y decidido a recibir a María, sin ninguna garantía, solo con profunda fe. Y esta es una virtud muy significativa para nosotros hoy en la Inspectoría de Piła: seguir con coraje al Señor Jesús".

También señaló que "hay menos salesianos, somos mayores y la brecha entre salesianos y jóvenes es mayor". Pero también observó: "Esto no es una tragedia, tenemos una vocación, una vocación de Dios. Recemos a San José para que cada salesiano sea más valiente para seguir al Señor Jesús. Y roguemos para que cada salesiano tenga una fe mayor, así como nuestros laicos animadores, profesores, voluntarios, todos los trabajadores que están con nosotros en las escuelas, parroquias, centros juveniles y dondequiera que estemos en esta Inspectoría”.

El padre Klement destacó que “la valentía es muy necesaria en nuestro tiempo. El valor es fruto de la fe. Oremos, no solo personalmente, sino también como comunidad, para que podamos pedir el don de la visión que Dios quiere para la Inspectoría PLN en este momento”.

El acto de conclusión de la visita fue en el auditorio de la secundaria de los Salesianos de Piła. Los participantes vieron el mensaje del Rector Mayor y las fotos de los últimos meses de la visita. En su discurso, el Visitador explicó el significado de los protocolos que se dejan en las casas religiosas: a los Rectores de las comunidades, les indicó la necesidad de proyectos que definan la visión de futuro de las presencias en la Inspectoría.

Refiriéndose a las más de setenta páginas de las actas finales, el padre Klement señaló: "Es importante saber qué hacemos, dónde, cómo y por qué lo hacemos". Añadió que el informe final es "para que los hermanos amen y conozcan más la Inspectoría".

Al final de la reunión, el padre Klement respondió a las preguntas que le hicieron los miembros del Consejo General. Uno de ellos se refería a la brecha entre generaciones de salesianos y cómo se pueden armonizar las diferencias. El P. Klement explicó que "los jóvenes hermanos deberían estar más en el centro de la Inspectoría para que sean escuchados". En respuesta a los desafíos actuales, recomendó poner a las familias en el centro. Y en el contexto de la pregunta sobre las ayudas al desarrollo de la Familia Salesiana en el territorio de la Provincia de Piła, dijo que “sin Familia Salesiana no hay futuro para el carisma. Necesitamos salesianos apasionados en la formación de los laicos”.

Durante su estancia en la provincia de Piła, el P. Klement visitó 49 lugares donde trabajan los salesianos y habló con 260 de ellos. Además de las casas polacas, visitó las presencias en Suecia (28 de agosto - 4 de septiembre) y Georgia (5-8 de septiembre). Debido a las restricciones por la pandemia, el Visitante mantuvo conversaciones online con las comunidades que trabajan en la Federación de Rusia (del 29 de noviembre al 2 de diciembre).

Durante la visita, el padre Klement pudo reunirse con los siguientes obispos: el cardenal Anders Arborelius (Estocolmo), el primado de Polonia, arzobispo Wojciech Polak (Gniezno), el obispo latino Giuseppe Passotto (Tbilisi) y el nuncio apostólico en Georgia, el arzobispo José. A. Bettencourt.

En cada comunidad local se dejó un informe a partir de las voces de los religiosos, miembros de la Familia Salesiana, laicos y jóvenes, y tres o cuatro puntos de recomendaciones finales (para los próximos 6 años).

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