Lo Russo, hasta ahora catedrático del “Politécnico di Torino”, y miembro del Ayuntamiento desde 2006, ha escalado en el mundo académico partiendo de las escuelas técnicas. Su familia tenía recursos modestos y él eligió esos estudios porque, una escuela que costaba demasiado, le habría obligado a dejar los estudios e ir a trabajar.
Fue cuando el joven Stefano estaba a punto de graduarse de experto en la escuela técnica salesiana, cuando la intervención del sacerdote salesiano Rabino lo introdujo en el mundo del voluntariado: lo involucró en la "Operación Mato Grosso" de América Latina.
Luego, unos años después, el mismo Don Rabino le dijo: "¿Por qué no entras en política?". No en vano, en el blog en el que se presenta, Lo Russo afirma: "La pasión por la política y el compromiso con mi comunidad, sin duda nació en esos años".
El vínculo con Don Rabino, fallecido en 2015 y que Lo Russo definió como su guía espiritual, se fortalece gracias al deporte, siendo ambos apasionados de fútbol. Un vínculo que acabó yendo más allá de la "fe deportiva": el nuevo alcalde es un aficionado de la Juventus, como el padre Rabino lo era del “Torino Calcio” del que fue capellán durante más de cuarenta años.
En la ciudad de Turín, donde nació Don Bosco, ahora el Primer Ciudadano es un fruto de la educación salesiana.