Los Salesianos comenzaron su servicio en la capital rusa en 1991, después de haber sido invitados por Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, en ese momento administrador apostólico para toda la Rusia europea. Él de los salesianos "conocía su experiencia, la fidelidad y capacidad de lucha", subrayó Mons. Paolo Pezzi, arzobispo de la archidiócesis "Madre de Dios" de Moscú, en la homilía del domingo 12 de septiembre.
“Agradecemos a la Congregación Salesiana por haber aceptado este servicio no solo difícil, sino duro”, continuó el prelado. De hecho, en ese momento, después de 70 años de persecución de la Iglesia católica por parte del régimen soviético, faltaba el clero que renovara las estructuras eclesiales y restaurara la vida religiosa, por lo que la tarea encomendada a los salesianos fue verdaderamente pionera.
Durante los primeros 26 años, de 1991 a 2017, el párroco de la catedral fue el padre Jozef Zaniewski, a quien sucedió luego el padre Vladimir Kabak, actualmente en el cargo. Además de la pastoral de la Catedral y de la parroquia de la Inmaculada Concepción, los Salesianos de Moscú también dirigen un hogar familiar donde alojan a una treintena de niños necesitados y un centro de hospedaje que ponen a disposición para retiros, ejercicios espirituales y diversos encuentros formativos.
Después de poner un pie en Moscú, la presencia salesiana en suelo ruso se ha ido ampliando a lo largo de los años: así hoy, los Hijos de Don Bosco tienen otras presencias, una en Gatchina cerca de San Petersburgo, otra en Rostov-on-Don y también en Sochi, todas obras pertenecientes a la Inspectoría de Polonia-Pila (PLN). En cambio en la República de Yakutia, en la zona siberiana del país, se encuentran los dos puestos de avanzada misionera: en Yakutsk y Aldan, que pertenecen a la Inspectoría de Eslovaquia (SLK).
Durante la Misa además de la gratitud a los hermanos que continúan desarrollando su labor apostólica en esta tierra, también se recordó con gratitud a algunos salesianos que sirvieron al pueblo ruso y ahora descansan en la Casa del Padre: el padre Thomas Donaghy (1933-2010) y el padre Henryk Boguszewski (1946-2019).
Al final de la celebración, cientos de personas esperaban fuera de la Catedral para rendir homenaje a los salesianos y agradecer a Dios sus treinta años de servicio como verdaderos testigos de Cristo e hijos fieles de Don Bosco.
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