Se ha vuelto a los encierros, se han emitido nuevas directivas, pero el virus sigue causando estragos y víctimas. Los notables esfuerzos de tantos trabajadores en India, especialmente los profesionales de la salud, constituyen la línea de defensa más sólida contra la enfermedad. También merecen un reconocimiento las redes de amigos, familiares y compañeros que se han creado y movilizado para compartir recursos y combatir la desinformación en estos tiempos difíciles. En este sentido, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería han facilitado el proceso, permitiendo incluso que desconocidos ayuden a los otros.
En este contexto, la Asociación de Exalumnos del Colegio Don Bosco de Alaknanda, con sus grupos activos en las redes sociales ha demostrado ser precioso para sus miembros y para los demás. Estos grupos ya activos en el pasado como una valiosa fuente de información y conexiones en el frente profesional, se han convertido en una fuente eficaz de información durante la pandemia, con tres décadas de exalumnos que han puesto en común sus recursos y contactos con la finalidad de realizar actos de servicio que pueden parecer pequeños, pero son vitales para las personas que los necesitan.
Pedidos relacionadas con medicamentos, oxígeno, camas de hospital, suero, vacunas y similares inundan a estos grupos todos los días: y el tiempo de respuesta a tales solicitudes es casi inmediato, tanto en los propios grupos como a través de mensajes directos.
Los médicos del grupo merecen una mención especial, inestimable por su experiencia, sus contactos y sus consejos. Por ejemplo, el Dr. Varun Khullar, que ha proporcionado servicios médicos, alimentos y raciones de alimentos a los pacientes de Covid-19 y los necesitados a través de su ONG “Chhoti Chhoti Khushiyan”; o el Dr. Kenshuk Marwah, cuyos conocimientos y consejos están disponibles gratuitamente sobre el grupo y son visibles para el público general en los noticieros.
Mientras que otros profesionales como los médicos Vivek Saini, Aseem Gulati, Ashish Gupta, Ankur Kataria y muchos otros han trabajado y trabajan incansablemente en las salas de los hospitales para combatir el virus, y que además han encontrado tiempo para ayudar a sus compañeros exalumnos en estos grupos y redes.
Reconocer los esfuerzos de todos los exalumnos involucrados en estas iniciativas sería imposible. Entretanto es digno subrayar el compromiso de quienes, inspirados por una educación integral y que toman realmente a pecho al prójimo, continúan esforzándose, en condiciones difíciles, poniéndose al servicio de la sociedad.