En nombre de toda la parroquia, los presentes a la ceremonia fueron recibidos por el padre Bogdan Nowak, párroco y director de la comunidad salesiana local, perteneciente a la Provincia Polonia-Cracovia (PLS).
Mons. Szal, en su homilía, observó que San José tuvo tiene y tendrá muchos devotos. Entre ellos, ocupa un lugar especial San Józef Sebastian Pelczar, obispo de Przemyśl, patrón del actual año pastoral diocesano. "Entre otras cosas, él escribió en 1921 una carta pastoral especial para la Cuaresma dedicada a San José. En la misma carta escribió que hay que mirar la dignidad de San José, sus virtudes, cómo venerarlo, en qué seguirlo. En muchos otros escritos volvió repetidamente a la idea y necesidad de honrar a San José”, dijo el arzobispo.
El prelado añadió entonces que san José no ha agotado su misión con su vida terrena, sino que sigue intercediendo por quienes lo invocan: "Hoy, cuando vemos cómo la Iglesia está mortalmente amenazada por las tentaciones del mal, con más razón lo invocamos todos con esta hermosa oración del Papa León XIII, para que como cuidó la Sagrada Familia, también lo haga con la Santa Iglesia”.
Por ello exhortó a seguir su mansedumbre y humildad como ejemplo. “Es un modelo de fe y de confianza en Dios en situaciones difíciles y desesperadas. San José nos enseña a ser valientes al enfrentar la adversidad. Nos enseña la paciencia y perseverancia...".
Después de la Eucaristía, el arzobispo bendijo un cuadro de San José, fruto de la generosidad de la comunidad parroquial, que visitará los hogares de la parroquia salesiana, siguiendo un rico programa de peregrinaciones.
La celebración terminó encomendando ante el Santísimo Sacramento, a toda la arquidiócesis y a toda la comunidad parroquial a San José, realizada primero por el Arzobispo Szal y luego por el padre Nowak y algunos representantes laicos de la comunidad.