La distribución de alimentos y la ayuda se inició hace una semana, cuando el Superior de la Visitaduría, acompañado por su Vicario, el P. Raymond Bavumiragiye, se dirigió a la obra “Don Bosco Muhazi” para entregar alimentos de primera necesidad a los necesitados y al personal que trabaja en la casa salesiana y a los profesores del Centro de Formación Profesional.
Hablando con los beneficiarios, el P. Ngoboka expresó el compromiso de la Visitaduría de apoyar a las comunidades que sufren en estos tiempos difíciles, como expresión de los valores salesianos de asistencia a las personas necesitadas en circunstancias difíciles como ésta, cuando el mundo entero se enfrenta al desafío del coronavirus.
Además del centro de Muhazi, la Visitaduría ha enviado toneladas de alimentos a otras comunidades como parte de la respuesta salesiana a la emergencia Covid-19. El apoyo alimentario incluye a los ciudadanos vulnerables de la zona de Kimihurura, cerca de la capital de Rwanda, Kigali; e incluye los centros salesianos de Kabgayi y Rango.
Rwanda anunció el 21 de marzo de 2020 un bloqueo de las actividades de producción no esenciales para detener la propagación del coronavirus. Junto con las escuelas y muchos otros servicios, se cerraron muchas oficinas y actividades, lo que rápidamente provocó una escasez de alimentos entre las familias.
Hasta la fecha los salesianos han ayudado a unas 400 familias.
Ante el desafío actual, la Visitaduría AGL sigue prestando apoyo a la población necesitada, entre otras cosas mediante una amplia campaña de prevención de Covid-19 y realizando actividades de sensibilización para conseguir financiación y ayudar al creciente número de personas que padecen hambre.
En Burundi y Uganda, los Salesianos están trabajando a distancia para asegurar que la población necesitada reciba apoyo.
En el campamento de refugiados de Palabek, la misión salesiana lleva semanas preparando material de higiene y distribuyendo botellas de gel y jabón y mascarillas faciales a diversos beneficiarios, entre ellos, al personal del ejército, la policía, las autoridades del campamento y los trabajadores del mercado y del asilo.
Todas las actividades de apoyo y prestación de ayuda se llevan a cabo en estrecha colaboración con los dirigentes locales para garantizar la máxima eficacia de las iniciativas.