Carisolo, Italia – noviembre 2024 – “Parar para formarse” con estas palabras, el padre Roberto Dal Molin, superior de la Inspectoría Salesiana Lombardo-Emiliana (ILE), también en nombre de la inspectora y los vicarios inspectoriales, ha introducido la formación dirigida a los jóvenes Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora de las inspectorías ILE e ILO. No es un eslogan, sino la expresión de un propósito concreto: sacar de una cotidianidad exigente y a veces devoradora un tiempo precioso destinado a dejarse fortalecer poderosamente por el Espíritu en lo más profundo (cf. Ef 3,16). El tema central es la nueva evangelización: acompañados por el sabio texto “El alma de todo apostolado” del padre Jean Baptiste Gustave Chautard. Los jóvenes SDB y FMA fueron acompañados por Luca Crivellari y Arianna Scalabrin del Instituto Universitario Salesiano de Venecia (IUSVE). El entrenamiento propuso afinar algunas competencias importantes para el desarrollo personal, el empoderamiento y el ejercicio del liderazgo, además de ayudar a crear algunas condiciones necesarias para la proclamación del Evangelio. Las actividades se sucedieron a un ritmo intenso, permitiendo a los participantes trabajar sobre todas las dimensiones de la persona humana involucradas en la evangelización. Al final del entrenamiento, cada participante pudo recoger una multiplicidad de estímulos para mejorar la relación consigo mismo, con los demás y con Dios para una acción evangelizadora más generativa. El retiro, colocado al final de los días formativos, hizo más evidentes, como enseña Chautard, las virtudes necesarias para la evangelización que se forman en el contacto íntimo con Jesús: “para hablar de Cristo hay que vivir de Él” y “ponerse en estrecha comunión con sus sentimientos”.