Aquí estoy, envíame
Toda la liturgia acompañó la fiesta por la profesión de estos hermanos, que con vocación misionera, dicen sí a una vida entregada a Dios, desde el carisma de Don Bosco. Tras expresar su deseo de consagrarse plenamente, Mauricio y Hugo recibieron junto a la asamblea, las palabras del P. Horacio.
En su homilía, el inspector enfatizó en que la profesión no es un acontecimiento aislado, sino parte de un proceso.
“Las opciones vitales no se concretan de un día para otro y tampoco se improvisan.”
“Ustedes recorrieron un camino de discernimiento -les dijo- para saber de verdad quiénes son, quién los está llamando y a qué misión. Y estas no son cosas teóricas”. Destacó además la presencia activa y la disponibilidad a lo largo de todo el camino: “Fueron respondiendo como Samuel, que dice ‘aquí estoy para hacer tu voluntad’, con un amor cada vez más grande. Ahí aparece la misión.”
La opción por el servicio y el estar a la mano se hace visible en los lemas de profesión elegidos por cada uno de los jóvenes:
Hugo López Harrington: “Lávense los pies unos a otros” (Jn. 13,14)
Mauricio Calgaro: “A Jesús hay que darle lo mejor” (Artémides Zatti)