Esta campaña lanzada en las casas salesianas de la región se aprovechará para trabajar tres aspectos importantes. Primero es enviar un mensaje vocacional claro y provocador para los jóvenes. Segundo: incidir en la conciencia de los salesianos y laicos sobre la necesidad de implicarnos en la generación de una cultura vocacional. Tercero: enfatizar todas las fases del proceso de animación presentes en el Plan Inspectorial.
Acompañar a los jóvenes exige salir de los propios esquemas pre confeccionados que tienen los adultos, encontrándolos donde están, adecuándose a sus tiempos y a sus ritmos.
Significa tomarlos en serio en su dificultad para descifrar la realidad en la que viven y para transformar un anuncio recibido en gestos y palabras, en el esfuerzo cotidiano para construir la propia historia y en la búsqueda más o menos consciente de un sentido para sus vidas.
Para la Pastoral Juvenil, los jóvenes son sujetos y no objetos. A menudo son tratados por la sociedad como una presencia inútil o incómoda: la Iglesia no puede reproducir esta actitud, porque todos los jóvenes, sin excepción, tienen el derecho a ser acompañados en su camino.
Además, cada comunidad está llamada a prestar atención especial sobre todo a los jóvenes pobres, marginados y excluidos. Ser cercanos a los jóvenes que viven en condiciones de mayor pobreza y dificultad, violencia y guerra, enfermedad, discapacidad y sufrimiento es un don especial del Espíritu, capaz de hacer resplandecer el estilo de una Iglesia en salida.
La misma Iglesia está llamada a aprender de los jóvenes: de ello dan un testimonio luminoso muchos jóvenes santos que continúan siendo fuente de inspiración para todos.
La Iglesia debe valorizar capacidad de involucrarse de los jóvenes en los organismos de participación de las comunidades diocesanas y parroquiales, invitándoles a contribuir con su creatividad.
Hoy más que nunca, se necesitan creyentes con autoridad, con una clara identidad humana, una sólida pertenencia eclesial, una visible cualidad espiritual, una vigorosa pasión educativa y una profunda capacidad de discernimiento.