El Foro estuvo organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Scalabrini International Migration Network (SIMN) y la Fundación Konrad Adenauer y tuvo la intervención de Papa Francisco, quien en su discurso pidió estar al lado de los migrantes proponiendo cuatro palabras claves: acogida, protección, promoción e integración.
Participaron el P. Martín Lasarte y el P. George Menamparampil, del Dicasterio de Misiones, donde tuvieron la oportunidad de presentar el trabajo de los hijos de Don Bosco con los migrantes, que son los destinatarios privilegiados de la misión salesiana, ya que de los 65,3 millones de refugiados/desplazados (datos ACNUR), más de la mitad son menores de edad y la otra mitad son jóvenes.
En las diferentes presencias salesianas - Escuelas, Centros de Formación Profesional, Oratorios, Obras Sociales y Parroquias - en más de 130 países de todo el mundo se encuentran en contacto directo con un promedio 10,6 millones de personas, de las cuales se estima que el 16% son refugiados, desplazados o inmigrantes de primera o segunda generación.
La misión salesiana trabaja con un promedio de 1,7 millones de personas en situación de movilidad humana, entre ellos unos 400 mil refugiados que solicitan asilo.
Las intervenciones, sin excluir los trabajos de emergencia que son necesarios, tienen como prioridad el desarrollo de los procesos educativos, para que los migrantes pueden tener las herramientas necesarias para entrar en el mundo laboral y en la sociedad que los acoge.
Por otro lado, los salesianos trabajan y transmiten los valores de solidaridad propios del Evangelio.
Asimismo, contribuyen con iniciativas específicas contra la trata de seres humanos. Cabe mencionar la ONG “PARA” de la India, o el otro proyecto “Stop al tráfico”, en colaboración con la ONG "VIS" en África occidental y Etiopía.
Los salesianos, por último, sienten la necesidad de fortalecer y hacer más sistemática la colaboración global con otras instituciones católicas que trabajan en el mismo sector.