Cada año se elige un tema para la jornada, y en este 2024 el Papa Francisco ha titulado su mensaje anual: “Dios camina con su pueblo”. En su mensaje, el Santo Padre recuerda que: “Dios no solo camina con su pueblo, sino también en su pueblo, en el sentido de que se identifica con los hombres y mujeres que caminan a lo largo de la historia, especialmente con los últimos, los pobres y los marginados”.
Por su parte, el Padre Michael Conway, Director de la Procura Misionera de New Rochelle, afirma: “Los salesianos están en primera línea para ayudar a los migrantes y refugiados a integrarse en los países a los que llegan y a acceder a los recursos que necesitan. Los salesianos están presentes en cada fase del proceso: desde la enseñanza de competencias lingüísticas y laborales hasta la asistencia para encontrar vivienda y satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, los salesianos también se centran en la educación y en programas de desarrollo de la fuerza laboral, proporcionando mayores oportunidades para que los jóvenes permanezcan en su país de origen, en lugar de verse obligados a migrar en busca de trabajo”.
Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024, Salesian Missions se enorgullece de destacar los programas salesianos activos en todo el mundo, que ofrecen educación y apoyo social a refugiados y migrantes.
Entre estos programas se encuentra el proyecto “Sunrise”, llevado a cabo por los salesianos en Egipto desde 2014, para ayudar a los refugiados a adquirir las habilidades necesarias para el empleo o el trabajo autónomo. Gracias a los fondos proporcionados por Salesian Missions, el proyecto ha mejorado los medios de subsistencia y la calidad de vida de más de tres mil refugiados del África subsahariana, yemeníes, sirios y egipcios vulnerables. El seguimiento de aquellos que recibieron financiación inicial durante tres años dentro del proyecto reveló que más del 75% de las microempresas seguían operativas después de doce meses. El 21% de los entrevistados declaró que sus ingresos eran suficientes para cubrir las necesidades de su familia, mientras que el 17% afirmó tener suficientes ahorros.
El equipo del Proyecto “Sunrise” también desarrolló una red más amplia de colaboradores para mejorar los resultados de los aprendices. Entre estos, veinticuatro empresas y fábricas se mostraron dispuestas a contratar refugiados y garantizar sus derechos. Este trabajo ha sido importante para asegurar a los aprendices prácticas laborales y empleo tras su graduación.
En la India, los salesianos junto al Bosco Vikas Gramin Kendra han podido apoyar a los niños de comunidades migrantes en la región de Maharashtra Central, gracias a la financiación de Salesian Missions. En particular, este proyecto anima a los niños de las comunidades de inmigrantes a asistir a los centros de estudio. Ya son ciento noventa y tres los niños y niñas que se han inscrito y ahora estudian lenguas y matemáticas. Además, se ha brindado cuidado y atención especial a quienes lo necesitaban.
Se ha garantizado también la alimentación de doscientos jóvenes, quienes han podido disfrutar de al menos una comida saludable a la semana gracias al apoyo del proyecto. Los salesianos también han organizado doce programas para informar a los padres sobre la importancia de una nutrición adecuada, así como sobre otros servicios disponibles en materia de salud o apoyo económico; en total, más de dos mil trescientas personas han participado en estas sesiones.
En Nápoles, el Centro “Don Bosco” trabaja para apoyar a los jóvenes migrantes que llegan a Italia en busca de seguridad y mejores oportunidades. La mayoría de estos jóvenes llegan al país sin sus padres y desembarcan en el sur antes de dirigirse al norte de Italia y al resto de Europa.
El centro forma parte de la red Salesiani per il Sociale APS y es el principal punto de acogida de menores extranjeros no acompañados que transitan por Campania. El instituto gestiona una comunidad de acogida inmediata, una a medio plazo y un proyecto para favorecer la inclusión social y laboral de quienes alcanzan la mayoría de edad.
En seis años, el Padre Giovanni Vanni, Director, ha visto llegar a casi ochocientos jóvenes de treinta y siete países diferentes. “Muchos provienen de Túnez, pero en los últimos dos años la mayoría llega desde Egipto. Siguen un itinerario organizado en detalle desde su partida: parten de Tobruk, que es el puerto libio más cercano a la frontera. A la espera del barco, permanecen hacinados en un almacén: no sufren violencia, pero no tienen libertad para salir. La edad media ha bajado: hace un tiempo recibí a un joven de catorce años”.
Por último, el Proyecto Salesiano de Tijuana ha estado activo desde 1987 en México, en apoyo de las personas más vulnerables, especialmente migrantes y refugiados. El centro salesiano alberga un comedor y otras actividades, y ofrece servicios a los migrantes y jóvenes pobres que viven en la frontera entre México y Estados Unidos. El proyecto cuenta con centros juveniles que ofrecen actividades culturales y deportivas a los niños y jóvenes mayores, tanto nativos de la ciudad como migrantes. Además, hay un gran centro salesiano que funciona como refugio para los migrantes, quienes, además de recibir ayuda material, pueden disfrutar de un entorno familiar y acogedor.
El centro salesiano también colabora con la Cruz Roja y médicos voluntarios locales que brindan asistencia psicológica y médica. De este modo, casi mil quinientas personas reciben asistencia en este centro.
Fuente: Salesian Missions