Los Salesianos son considerados el mayor proveedor privado de formación profesional y técnica en el mundo. De hecho, ofrecen más de mil escuelas profesionales, técnicas y agrícolas en todo el mundo. Esta formación proporciona a los jóvenes competencias prácticas para prepararse para el trabajo y les ayuda a llevar una vida productiva. Los programas van más allá de la educación, ayudando también a los jóvenes a crear conexiones dentro de las industrias y a prepararlos para el proceso de búsqueda, identificación y mantenimiento del empleo.
"La educación es uno de los pilares fundamentales para superar situaciones de necesidad", declaró el padre Michael Conway, el Director de Salesian Missions. “Los misioneros salesianos proporcionan educación técnica y profesional al mayor número posible de jóvenes desfavorecidos y en riesgo, en todos los continentes, garantizándoles oportunidades de trabajo a largo plazo. Cuando los jóvenes adquieren competencias profesionales, están listos para ingresar en el mundo laboral, ganando un ingreso para mantenerse y contribuir a la mejora de sus comunidades".
Para honrar el Día Mundial de las Habilidades Juveniles 2024, Salesian Missions quiere resaltar programas técnicos y profesionales que ofrecen educación y formación profesional transformadora a los jóvenes desfavorecidos y vulnerables.
En Bolivia, por ejemplo, los estudiantes del Centro “Madre Cándida”, en Santa Cruz, ahora utilizan nuevos equipos informáticos gracias al apoyo de los donantes de Salesian Missions. Se añadieron catorce computadoras al laboratorio informático para reemplazar el equipo antiguo obsoleto. Gracias a la donación, ahora los estudiantes se sienten más cómodos en clase y trabajan con dispositivos que los ayudan a prepararse para el mercado laboral y para sus carreras. Son ciento veinticinco los estudiantes que participan en la formación técnica ofrecida por el centro: en cursos de corte y confección de ropa, trabajo de secretariado ejecutivo, bordado a máquina y sistemas informáticos. En particular, los veinte estudiantes del curso de sistemas informáticos se beneficiarán más de la donación.
Un salesiano cuenta que los estudiantes provienen de familias de bajos ingresos, de los municipios de la provincia de Ichilo. No tienen suficientes recursos financieros para ir a la universidad o mudarse a la ciudad para obtener un título universitario, por lo que optan por un título técnico cerca de sus comunidades. Se espera que la llegada de estas nuevas computadoras pueda aumentar las inscripciones en el curso de informática.
En Ecuador, los misioneros salesianos que operan en Machala han iniciado un proyecto para ofrecer educación técnica a más de doscientos jóvenes en riesgo, provenientes de los sectores de bajos ingresos de la ciudad. Además, han apoyado veinte iniciativas de pequeñas empresas familiares para mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios. El objetivo era reducir la pobreza potenciando las competencias técnicas y promoviendo la familia y el emprendimiento para los jóvenes de entre dieciocho y treinta y cinco años. Los cursos se centraron principalmente en las jóvenes migrantes, provenientes en su mayoría de Venezuela, y en los ciudadanos ecuatorianos en condiciones de exclusión social, como madres solteras y mujeres económicamente desfavorecidas. Con niveles de educación más bajos, estas jóvenes enfrentan los mayores obstáculos para acceder a la formación y el empleo. La formación incluía cursos sobre gastronomía, cosmética y reparación de celulares, realizados en tres sesiones distintas. Cada curso consistía en ciento ocho horas de clases técnicas presenciales, doce horas de clases sobre cultura de paz, emprendimiento y modelos de negocios, y veinticuatro horas de trabajo práctico individual en casa. En total, doscientos dieciocho estudiantes participaron en los cursos, con el 68% de mujeres y el 32% de hombres. Entre los estudiantes, el 56% provenía de Ecuador y el 44% eran migrantes.
En Uganda, encontramos el ejemplo de los estudiantes de la escuela primaria “Don Bosco”, que forma parte del “Don Bosco Children and Life Mission” (Don Bosco CALM) en Namugongo, en el noreste de Kampala. Aquí recibieron nuevos uniformes escolares y deportivos y material escolar, gracias a la financiación de los donantes de Salesian Missions. Los doscientos niños, de entre cinco y trece años, provenían de las familias más necesitadas y no podían permitirse comprar ningún tipo de material para participar en las actividades educativas. Mbabazi Prosper, de nueve años, fue uno de los beneficiarios. Vive con su abuela, que no puede comprarle las cosas que necesita para la escuela. Prosper dijo: “Antes no iba a la escuela porque mi abuela no podía pagar las tasas escolares. Ahora estudio en Don Bosco. Gracias a los donantes hemos recibido nuevos uniformes, libros y lápices que nos permiten ir a la escuela. Todos estamos agradecidos”. Muchos estudiantes que recibieron la donación crearon dibujos y escribieron notas de agradecimiento para los donantes, cuya generosidad les permitió participar plenamente en la vida escolar.
