Entre los migrantes que dejan su tierra natal en busca de trabajo, oportunidades educativas o un mejor estilo de vida, muy a menudo se encuentran los jóvenes. Muchos de ellos eligen o se ven obligados a migrar para escapar de la pobreza, la violencia o el conflicto, o son desplazados por los efectos de la guerra o el cambio climático. Varios informes de las Naciones Unidas han constatado que los jóvenes están fuertemente representados en los fenómenos migratorios.
Según las Naciones Unidas, en 2020 había 280,6 millones de migrantes en todo el mundo, lo que representa casi el 4% de los 7.800 millones de habitantes del planeta. Los misioneros salesianos cuidan y brindan servicios educativos a los jóvenes migrantes en diversos países del mundo. Entre ellos están los menores no acompañados quienes se enfrentan con mayor frecuencia a problemas como el rechazo, la falta de vivienda, la explotación, la delincuencia, estando así arriesgando de convertirse en víctimas de la trata y la explotación.
“En todo el mundo, los salesianos están ayudando a los inmigrantes a tener una integración más fácil en sus nuevas comunidades, a través de caminos de desarrollo y capacitación en idiomas y habilidades. Los salesianos también trabajan para crear nuevas oportunidades educativas y laborales en los países desde donde parten los jóvenes, como incentivo para que se queden en casa”, subrayó el padre Gus Baek, responsable de "Salesian Missions".
Por ejemplo, “Casa Betania”, una casa regentada por los salesianos y ubicada en San Benito Petén, en Guatemala, recibe cada año a miles de personas, en su mayoría migrantes en busca de una vida mejor: niños, jóvenes, adultos, mujeres embarazadas, familias y ancianos, que encuentran apoyo y alivio gracias al trabajo de los discípulos de Don Bosco y sus colaboradores voluntarios.
Entre los beneficiarios de este servicio se encuentran personas como Esteban, que llegó con los pies gravemente heridos por la larga caminata, Matías, a quien recogieron en la puerta, deshidratado, casi moribundo. Pero también Maribel, una madre soltera con dos hijos con menos de ocho años, o Julia, con sus tres hijas, o Luis, que se presentó con Oscar, Lucas y William, desempleados, pero con ganas de trabajar y mejorar a pesar de su escasa educación. Cada día Casa Betania ofrece a personas como ellas alojamiento, comida, descanso, asistencia psicológica y espiritual…
En India, en cambio, es muy activa la “Red de Inserción Laboral Don Bosco”, para que encuentren trabajo los jóvenes más necesitados. Entre sus destinatarios se encuentran muchos migrantes internos, a quienes la red ayuda a encontrar y mantener un trabajo seguro, colaborando así a mitigar los desafíos de la migración.
El Proyecto Salesiano Tijuana, en México, desde hace 34 años representa una mano amiga hacia los migrantes y jóvenes pobres que viven en la frontera entre México y Estados Unidos. La organización salesiana se articula a través de cinco oratorios, dos instituciones educativas y el proyecto conocido como el “Desayunador Salesiano Padre Chava”. Gracias a este proyecto, cada mes 30.000 personas tienen acceso a alimentación, asistencia médica y psicológica, asesoría jurídica, deportes, actividades culturales, asistencia jurídica y educación básica, además de servicios como corte de cabello, cambio de ropa, ducha caliente y oportunidad de ponerse en contacto con sus familias.
Finalmente, entre los ejemplos de programas de desarrollo para contrarrestar la emigración de los países en vías de desarrollo, no debe olvidarse el proyecto salesiano "Stop Trafficking", llevado a cabo en varios países de África Occidental y Oriental.
El proyecto brindó oportunidades educativas, de formación profesional y de desarrollo social, a través de becas y de estudios y laborales, para preparar a los jóvenes para el mercado laboral, y los equipó con kits para que los participantes puedan abrir microempresas en sectores estratégicos.
Además, también ha brindado asistencia psicosocial formal e informal a jóvenes migrantes que regresan a sus países de origen, para ayudarlos a reintegrarse en sus comunidades y sensibilizó a los jóvenes sobre los riesgos de la migración, a través de una serie de campañas de radio y eventos culturales.
Fuente: Salesian Missions