Por: Renato Cursi
Los primeros juegos de la “PGS-I” fueron celebrados en Italia en 1967, por iniciativa del salesiano P. Gino Borgogno. Desde la edición de 1990, realizada en Malta, los juegos han adquirido una dimensión internacional. Esta última edición, realizada a principios de mayo, la número XXVII, fue la primera en realizarse en dos ciudades de dos países diferentes (Bratislava y Viena). A ella asistieron más de 1.000 atletas de 13 países europeos. En el pasado también ha habido delegaciones de Medio Oriente. Desde el Atlántico hasta el Mar Negro, el deporte salesiano a través de estos jóvenes, construye puentes hacia el futuro de una Europa más unida.
Los niños que participan en el “PGS-I” provienen de grupos deportivos de varias escuelas salesianas de Europa. Cuando llegan es estos juegos internacionales experimentan lo maravilloso de vivir la práctica del deporte favorito y sobre todo de vivirlo en un entorno internacional donde se respira la Espiritualidad Juvenil Salesiana.
A esta última edición, los organizadores han trabajado para ofrecer una propuesta integrada entre deporte y espiritualidad: en el corazón de las instalaciones deportivas, estaba el “área de Valdocco”, un gran patio cubierto para la distribución de comidas, las oficinas de registro e información, una sala de descanso y una zona de juegos, un espacio para el diálogo personal con los Salesianos y las FMA o para las confesiones y la sala de reunión, y por supuesto, con la participación de las misas diarias.
No sólo los deportes y los fuegos artificiales: el “PGS-I” es la presencia constante de los educadores que acompaña a los jóvenes en una experiencia única de deporte y de amistad. El próximo año 2017, serán las Hijas de María Auxiliadora de Sevilla, España, que acogerán el evento: los preparativos ya se iniciaron y están en plena marcha.
Para la Pastoral Juvenil Salesiano Europea, el reto sigue siendo particularmente, un tema de saber conjugar estos eventos internacionales con el cuidado de tantos atletas jóvenes, familias, entrenadores y directivos, y el redescubrimiento de la importancia de la Propuesta Salesiana en el campo deportivo y proponiendo una síntesis entre evangelización, educación y deporte.
El Cuadro de Referencia de la PJS dice que “el deporte es reconocido como un valor en el sistema educativo salesiano y propone un deporte popular, que sea humanizante, preventivo, y con una dimensión lúdica, estructurado en un gran Proyecto Educativo-Pastoral”.
Orientando hacia esta dirección, estos encuentros se convierten para los educadores en un reto, que resultará ser una oportunidad para muchos jóvenes.