En la esencia de este importante objetivo, las obras sociales salesianas se proponen preparar a los jóvenes profesionalmente con la finalidad de que ellos se formen para transformar y construir una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Ciertamente, en un sentido amplio y profundo, es formarlos a ser “ciudadanos honestos” de hoy, que es el fundamento del “buen cristiano”, ideal deseado por Don Bosco.
Durante el segundo semestre de 2019, seis encuentros -de norte a sur de Brasil y con la participación de casi 400 educadores- reflexionaron sobre el desarrollo de las competencias de los más de 50.000 adolescentes y jóvenes que pasan anualmente por las obras sociales de los Salesianos de Don Bosco (SDB) y de las Hijas de María Auxiliadora (FMA). Comprender las principales competencias necesarias para la vida de los jóvenes en condiciones de exclusión y vulnerabilidad y cómo desarrollarlas fue el objetivo de casi 80 horas de trabajo.
Escuchar a los educadores fue una parte importante de todo este proceso de construcción colectiva, pero faltaba escuchar a los principales actores de esta acción: los adolescentes y los jóvenes. La oportunidad tuvo lugar, a gran escala, los días 21 y 22 de enero, cuando la Escuela Salesiana de Trabajo (EST) de Belém, PA, abrió sus puertas para un debate con los educadores, pero especialmente con casi 800 adolescentes y jóvenes de 14 y 22 años, estudiantes de las escuelas y de formación profesional.
Divididos en turnos de mañana y tarde, los alumnos tuvieron la oportunidad, utilizando recursos como juegos de rol, reflexiones en grupo, debates y charlas, de comprender qué conocimientos, habilidades y sobre todo la importancia del desarrollo de la competencia como vía para una inserción más cualificada en el mundo laboral.
Los estudiantes que participaron den encuentro no hablaron del “desarrollo de habilidades”, sino de capacidades adquiridas como: disciplina, respeto, protagonismo, sentido de participación, espíritu de colaboración, seriedad, compromiso.
Durante los días, en ningún momento fue necesario utilizar la palabra “silencio”. Cuando alguno hacía uso de la palabra, la atención era natural e inmediata. Un ejemplo de la eficacia del Sistema Preventivo cuando se aplica el amor, la razón y los valores morales y espirituales.
Wallace Mendonça, estudiante y voluntario en la EST, señala: “La formación que recibí y la oportunidad de trabajar que obtuve a través de la Escuela Salesiana me ayudó a convertirme en un verdadero ciudadano y en un cristiano comprometido”.
Por: Padre Agnaldo Soares Lima
Fonte: “Boletím Salesiano”