¿Cómo asumió la noticia que el Papa llegará hasta Azerbaiyán?
Lo supe mientras estaba en Bratislava, Eslovaquia, para el capítulo de mi Inspectoría. ¡Fue una gran alegría! Llamé inmediatamente a mis hermanos en Bakú, confirmando lo que ya esperábamos desde la Pascua, cuando el Nuncio Apostólico, Mons. Marek Solczyński, había anunciado que estaban en conversaciones en el Vaticano para realizar dicho viaje.
¿Invitó usted o fue una iniciativa del mismo Papa?
El primer motor de la invitación, el año pasado, fue el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, cuando fue de visita oficial al Vaticano. En esa ocasión se invitó al Papa, no sólo formalmente. Incluso en Armenia, el año pasado, a causa de los Cien años del genocidio, se deseaba una visita papal. El mismo Santo Padre propuso para el año 2016. Interviniendo el Nuncio Apostólico en las conversaciones sugirió un viaje a los tres países del Cáucaso para el 2016.
¿Cuál será el significado más profundo de este viaje?
Me gustaría comenzar desde 2002, cuando Azerbaiyán recibió por primera vez a un Papa, Juan Pablo II. Fue una gran gracia para nosotros. Estábamos presentes en el país solo dos años y esta visita del Papa fue un gran acontecimiento y tuvo muchos frutos que todavía estamos recogiendo. Sólo por nombrar dos frutos de esta visita: el reconocimiento de la Iglesia Católica como la Iglesia tradicionalmente presente en el territorio y luego el regalo de un espacio de terreno por el Presidente sobre la cual se debía construir una nueva iglesia para reemplazar aquella que fuera destruida en la época de Stalin.
Hoy, después de 14 años, en este país mayoritariamente musulmán, regresa un Pontífice. Es un gran estímulo para nuestra pequeña presencia católica y también para la población Azera, que puede ser tomado como un ejemplo de integración, de aceptación, y de tolerancia... La visita de este Papa fortalecerá la iniciativa del Estado para perseguir este espíritu de respeto en diferencias y acreditar el papel de la Iglesia en este sentido.
De esta manera, se podría ayudar a fortalecer las fuerzas diplomáticas y pacíficas en el contexto de las tensiones todavía existentes en la región.
¿Cómo se están preparando para este gran evento?
El anuncio fue realizado sábado 9 y el domingo 10 de abril. El Nuncio me llamó y me pidió que preparara un proyecto del programa de la vista del Santo Padre. En nuestra comunidad salesiana, en la cual somos seis sacerdotes, tres coadjutores y un joven Azero en formación diaconal, de esta manera está representado todo el clero en el país. Luego están las Misioneras de la Caridad, trabajando con las personas mayores y los últimos de la sociedad, y el 2015 también dos Hijas de María Auxiliadora, con miras a la apertura de una presencia en Bakú. Somos pocos, pero tenemos la intención de la mejor acogida al Santo Padre Papa Francisco y, si lo desea, nosotros los Salesianos podemos acogerlo en nuestra casa salesiana.
