¿Cómo surgió la vocación a la vida salesiana sacerdotal?
Mi historia está estrechamente ligada a la evangelización de los Salesianos del Alto Río Negro. En el curso de la historia de la evangelización de esta tierra, algunos han pasado por ella, pero los salesianos llegaron allí en 1915, y desde allí se dirigieron a varios territorios, reuniendo a los diversos grupos étnicos a lo largo del río Uaupés, siempre comprometidos con la labor de evangelización y educación.
Mis padres eran alumnos de un instituto salesiano y mi vocación viene de la historia de mis padres. Entonces nació mi deseo de ser sacerdote y con la invitación de los salesianos a vivir una experiencia de vida salesiana hice una experiencia y me quedé hasta hoy.
¿Cómo fue el proceso de integración, de indígena a sacerdote? ¿Fue fácil?
No mucho. En mi familia somos 7 hijos, yo soy el menor, y en la tradición de los Arapasos si es el último hijo y varón tiene la tarea de cuidar a los padres: debí haberme casado, tener hijos y darles nietos a mis padres, y sobre todo preocuparme en el cuidado de ellos.
Habiendo experimentado mis padres la formación en los internados salesianos, me dijeron que mi elección no duraría mucho, porque en las casas religiosas hay tiempo para todo y según ellos no lo habría soportado. Durante mis siete años de formación, hasta la Profesión Religiosa Perpetua, mi familia esperaba que me diera por vencida. Tuve dificultades con mis padres, pero durante mi formación los Salesianos comenzaron a mostrarme otra perspectiva.
¿Cuál fue su camino de identidad como indígena y sacerdote? ¿Ha cambiado algo en las tradiciones indígenas vivas?
Ser indígena tiene que ver con tu esencia, tu cultura, tus raíces... No puedes dejarlas ir. Al contrario, hay que integrar las cosas y yo tenía que hacer este proceso de integración... Eso había que hacerlo muy bien, en diálogo, con un buen acompañamiento.... Mis formadores han sabido hacer un gran trabajo.... No he dejado de ser indígena porque he seguido la formación salesiana; al contrario, me siento más preparado y con una mejor identidad indígena. Creo que el Evangelio es esto, el encuentro de culturas que transforma al ser humano y hace vivir la vida de una manera diferente.
Fuente: Portal Amazônia
