Alepo es hoy una ciudad que tiene el 30% de sus barrios devastados. "Durante la guerra -continúa- sabían que las bombas estaban cayendo, que había grandes problemas y riesgos para la vida... Pero luego esperamos la fase de reconstrucción, que pensamos que comenzaría inmediatamente. Entendimos que no ocurriría nada hasta cuando la situación político-militar esté más tranquila".
Las nuevas sanciones impuestas por los Estados Unidos frenan la reanudación y se convierten en un problema para la vida cotidiana de la gente. “Imagínense, en un país como Siria, productor de gas, ya no tenemos gas, porque el material utilizado para separar la sustancia para uso doméstico ha sido embargado. La única preocupación diaria de la gente se ha convertido en conseguir algo de gas, para cocinar, calentar...”
Desde principios de año, la comunidad salesiana también ha tenido que dejar de proporcionar ayuda. "¡Porque no tenemos nada! – Expresa el P. Jabloyan - Antes distribuíamos bolsas con víveres y a veces incluso dinero en efectivo para ayudar a la gente a mantenerse a sí misma... ahora mucha gente está sufriendo".
Los Salesianos, por tanto, siguen haciendo lo que mejor que saben hacer: animar el oratorio y cuidar el catecismo. “Tenemos casi 750 jóvenes y 50 catequistas que facilitan un buen servicio a la Iglesia local. Porque te aseguro que no es fácil hablar de fe en una situación así. Cuando nuestros jóvenes manifiestan su fe entre sus compañeros, a través del juego, del testimonio... ¡Son ellos los que nos dan valor!
Además, los religiosos acompañan a los grupos deportivos, al grupo de teatro y a las asociaciones juveniles, se ocupan de las reuniones de formación de los estudiantes de bachillerato y universitarios y, en nombre de la Conferencia Episcopal, acompañan a los presos cristianos.
El proyecto de teatro ha dado lugar recientemente a otro programa de video-animación. El P. Jabloyan nos indica: “Durante la guerra no había ningún estudio de grabación en la ciudad, así que trabajamos duro para conseguir algunos equipos y formar a los jóvenes. En el futuro queremos hacer crecer este proyecto y extender la formación a más personas. Nuestra idea es contar la espiritualidad salesiana de una manera alegre, pero en árabe, que es muy raro en este lugar”.
En cuanto al futuro, concluye: “Esperamos que las políticas internacionales, como la del Papa, impulsen una solución pacífica, largamente esperada en Medio Oriente”.