Alan y Paul se presentaron hace unos días antes de partir como voluntarios:
Mi nombre es Alan, tengo 38 años de edad, y estoy a punto de empezar mi voluntario en la comunidad salesiana de Calcuta, India. Tomaré un descanso en mi trabajo como policía en Londres, porque deseaba tener la posibilidad de ayudar en una comunidad extranjera.
Escuché acerca de la comunidad salesiana a través de un colega y la idea de ayudar y apoyar a los niños de la India me ha fascinado mucho. Espero que mi actitud positiva, la comunicación y la experiencia de mi vida, brinde a estos niños apoyo y motivación mientras crecen.
No veo la hora de conocer y experimentar la cultura de Calcuta y conocer e involucrarme en el trabajo con los niños y con la comunidad en general.
Mi nombre es Paul, tengo 19 años, y estoy a punto de partir para hacer una experiencia de voluntariado misionero en Camboya. Me considero un católico y un miembro activo de mi parroquia en “Santa María” en Brigg.
Decidí ir partir como misionero con los salesianos porque creo que Dios me ha concedido muchos regalos y quiero mostrarle mi agradecimiento sirviendo a los otros. Siempre he creído en el poder de la educación y la eficacia por el servicio social y es una creencia que comparto con los Salesianos. Comparto con ellos el ideal de Don Bosco que antes de transmitir la Palabra de Dios debemos entrar en relación con las personas.
Espero vivir y trabajar en una comunidad espiritual unida e iniciar un nuevo desafío.
"Oren por Alan, Paul y los otros voluntarios: Ángela en Camboya, James y Peter en Vietnam", concluye Anita Morais, coordinadora del proyecto BOVA.