¿Tuviste alguna sorpresa en el centro “Valdocco”?
Elyes: Sí, hemos encontrado una bella atmósfera del trabajo. Aunque sabía que debía estar en el sector de la animación, no esperaba una atmósfera tan informal. Las relaciones son humanas y trabajamos de modo eficaz. Hay un equilibrio que me ha sorprendido grandemente.
Valentín: Me sorprendió el encuentro con los jóvenes que fueron recibidos en Laurenfance, el encuentro con los niños entregados por la justicia, e incluso la relación con los trabajadores sociales. Eran un grupo de diez muchachos de edades comprendidas entre 13 y 17 años. Con los niños hemos hecho todo lo posible para reinsertarlos en la formación, para ayudarlos a formarse... Con los muchachos de 16 y 17 años hemos trabajado ayudándoles a escribir su Curriculum Vitae, una carta de presentación, sacar el carnet para conducir...
¿Hicieron otros descubrimientos?
Valentín: Además de experimentar la vida “sin padres”, nos pareció interesante saber un poco más sobre la religión católica.
¿Y en relación con Don Bosco y su pedagogía?
Elyes: Leí su biografía en árabe. Lo que me gusta de Don Bosco es el coraje, la voluntad de ir donde las cosas van mal y donde la vida es difícil, el no tener miedo a salir. Debemos movernos hacia lo que queremos cambiar y cambiar en beneficio de nosotros mismos.
Valentín: No puedo comparar con otros enfoques pedagógicos porque es la primera vez para mí como animador. Pero, a mí me ha impactado la amabilidad salesiana.
¿Qué te deja en esta etapa de tu vida?
Elyes: Creo que animaré a todos a moverse y conocer más personas. He conocido a más personas durante estos 6 meses que en los últimos 5 años de mi vida. Cada encuentro fue un enriquecimiento donde se rompe los prejuicios y los miedos.
Valentín: No tuve esos prejuicios típicos que a veces se sienten en los medios sobre los “muchachos de la periferia”. Pero entiendo que los niños de los suburbios son en su mayoría “niños” y que cuando les ofrecemos una pelota, ellos juegan. Lo único que piden es afecto y cariño. Los jóvenes de Laurenfance a veces también se enojan, son difíciles... Pero hay muchas ocasiones en las que realmente te identificas con ellos y quieres ayudarlos.
Fuente: Don Bosco aujourd’hui