¿Qué reflexión podría hacer frente a esta situación tan hermosa de la nueva Visitaduría?
El nacimiento de la nueva Visitaduría obedece al crecimiento y expansión de la vida salesiana en nuestra Región de África y Madagascar. Además, las distancias en el seno de las actuales Inspectorías de la Región aconsejaban la creación de nuevas circunscripciones que facilitasen la presencia más frecuente de los animadores Inspectoriales en las comunidades. El proceso de reflexión sobre la fundación de esta nueva Visitaduría se inició en 2011 y siete años después desemboca en esta puesta en marcha de la Visitaduría que ha tenido lugar el 8 de septiembre de 2017.
¿Cómo nace una nueva Visitaduría? ¿Bajo qué nombre…?
La nueva Visitaduría nace a partir de un conjunto de casas que, hasta ahora, pertenecían a otras dos Inspectorías africanas. El nombre de la Visitaduría es “María Auxiliadora”. La sigla escogida para identificarla es: ACC (África Congo Congo), en referencia a los países que la componen (Congo – Brazzaville y Congo – Kinshasa).
¿Qué le corresponde y que países abarca?
Las casas de la nueva Visitaduría son diez, de las cuales tres se encuentran en la República del Congo (dos en la capital: Brazzaville, y la tercera en la costa: Punta Negra) y siete en la República Democrática del Congo (cuatro en la capital: Kinshasa, y las otras tres en la región central de Kassaï). A éstas se añade ahora la casa Inspectorial, dando lugar a las once casas.
¿Con cuántos salesianos inicias esta nueva Visitaduría?
La nueva familia Inspectorial inicia su historia con un centenar de hermanos y diez novicios. De todos ellos, en las casas de la Visitaduría somos 54, de los cuales 11 prestan una colaboración misionera por algunos años. Los demás se encuentran en las casas de formación inicial o haciendo estudios superiores.
Háblanos de la realidad social, económica, y otras situaciones…
La situación política y económica de los dos países de la Visitaduría es muy inestable. Esto genera protestas y desórdenes con consecuencias lamentables en la seguridad de los ciudadanos y en la prosperidad de estos países. A pesar de estas contrariedades, las comunidades salesianas llevan adelante su servicio de educación y evangelización, en condiciones de precariedad y, a veces, de riesgo.
¿Cuál es la situación vocacional?
Desde el punto de vista del crecimiento vocacional, las perspectivas son alentadoras. Iniciamos el camino con diez jóvenes en el noviciado y cuarenta en las otras etapas de formación inicial. Esperamos poder ofrecer un buen servicio de acompañamiento a estos jóvenes para dar solidez a la vida salesiana en nuestras comunidades.
¿Qué obras tienen a la fecha del inicio de la nueva Visitaduría?
En nuestras casas los servicios a la juventud más necesitada son variados: oratorios y centros juveniles, escuelas profesionales y de enseñanza general, hogares de acogida para menores de familias desestructuradas, parroquias urbanas y rurales, etc. Con el nacimiento de la Visitaduría abrimos una nueva reflexión para determinar el tipo de servicios que pueden responder más oportunamente a las necesidades de la juventud más pobre.
Qué desafíos y proyectos…
Nuestro primer proyecto es el de “formar familia”, entre nosotros, los salesianos de la nueva Visitaduría, y con las personas que nos acompañan (miembros de la Familia Salesiana, jóvenes y laicos asociados a nuestra misión). Al mismo tiempo, redefinir nuestros servicios misioneros según criterios que determinaremos juntos, en el diálogo entre los salesianos.