¿Cómo surgió la idea de vivir durante un año en Villa García, cerca de tus oratorianos, y dejar el confort de tu casa de Punta Gorda?
Mis padres son católicos practicantes, se encuentran cercanos a las realidades más humildes y desfavorecidas de nuestro país. Siendo niño vi con ellos la película “Hermano Sol, Hermana Luna” y me marcó mucho. En la preparación de la Confirmación, empecé a analizar qué era la fe para mí, si algo propio o ajeno… Además me interesa profundizar en mi experiencia con los más pobres, los más sencillos, son la necesidad de aprender de ellos, de su sencillez, de su forma de ver la vida, de encontrar a Cristo en medio de ellos, ya que allí es donde Jesús más se quiso quedar, bajo esos rostros, con la gente que tiene dolor, que no la tiene fácil.
¿Qué te dijeron tus padres y tu novia sobre tu deseo de vivir esta experiencia?
El apoyo de mi familia y de mi novia es también una motivación para mí. Mis padres desde toda la vida son parte de comunidades que están cerca y sirven a los más pobres... También me apoya mi referente Salesiano que es Daniel Bernardoni.
¿Dónde vivirás? ¿Vas a seguir con todas tus actividades?
Me voy a quedar en la casa de Miguel Ángel Leiva, a quien le dicen "El viejo". Es un referente del barrio y del oratorio. Es una persona muy humilde, desprovista de todo lo material… Eso demuestra su desprendimiento total de lo material. Entrega todo por los demás, sin reproches.
¿Crees que tu presencia le va a sumar a la comunidad de Villa García?
Voy a ayudar a "El viejo" a cubrir dignamente sus necesidades básicas, a arreglar el rancho que está muy venido a menos, a realizar las tareas diarias de la casa. Pretendo ser un referente asiduo en el barrio para los gurises, ellos saben que pueden contar conmigo.