¿Podemos hablar de la región, de su diversidad, de los aspectos positivos y del desarrollo?
Europa es una tierra de contrastes. Por un lado es una región entre las más desarrolladas, con las tecnologías más avanzadas, con un estándar de vida alto... y por otro lado, es un mosaico de culturas, lenguas, intereses, fronteras e incluso con diversas pobrezas, entre las que se cuenta como pobreza más grande es la juvenil.
La Europa que tenemos en mente, es a menudo diferente de la realidad: no es la Europa de los años 80, cuando la prosperidad parecía que era el destino natural de los europeos. El costo de vida en muchos países crece constantemente, creando diversas formas de pobreza y entre las que se encuentran están las familias y los jóvenes.
Una de las más trágicas situaciones después de la Segunda Guerra Mundial fue la división de Europa entre el Este y el Oeste. Las consecuencias persisten aún hoy en día: la parte occidental está más desarrollada, pero con una pérdida más rápida de los valores, incluso los de la fe cristiana; Europa del Este se vio afectada por las consecuencias de la mentalidad soviética, la aniquilación de la libertad, la persecución... pero ha reforzado la dimensión espiritual y parece que hoy en día tiene mucho que ofrecer a Europa Occidental, desde la perspectiva de la tradición cristiana.
La Europa unida debía constituirse para sus fundadores - Robert Schumann, Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi y Jean Monnet – en una nueva calidad de las relaciones y de las relaciones internacionales. Hoy vemos las consecuencias positivas de este proceso: una Europa sin fronteras, con las economías nacionales unificadas, fortaleciendo la seguridad y el desarrollo. Sin embargo, la tendencia actual de desarrollo y los muchos tratados impuestos en la política europea han creado descontento en muchos países. Para ver la complejidad de la situación tan solo debemos mirar la nueva situación creada por las crecientes migraciones y nuevos movimientos tácticos militares, que no quedan sin influencia en la situación europea.
Este es el contexto en el que trabajan actualmente los Salesianos, en el centro de dos regiones: "Región Mediterránea" y “Europa Centro Norte”: 16 provincias, 2 delegaciones, alrededor de 2500 Salesianos, con cientos de escuelas, Centros de formación profesional, parroquias, oratorios, casas de formación.
Una realidad verdaderamente impresionante y rica, pero con diversos problemas.