¡Hola Francis! Preséntate…
Soy el clérigo Francis Dỗ Trong Huu, tengo veintinueve años y vengo de la Inspectoría “San Juan Bosco” de Vietnam (VIE). En mi familia somos siete personas: mis padres, tres hermanos mayores, una hermana mayor y yo. Mi destino es Chile, un país de Sudamérica.
¿Qué te inspiró a elegir convertirte en misionero?
Escuché mucho acerca de los misioneros por parte de mi abuela y de mi párroco. Además, tuve la oportunidad de hablar con un misionero chino. Me contó sobre el trabajo de los salesianos que operan allí y admiré mucho lo que hacen. Gracias a todo esto, descubrí la voluntad de Dios para mí, especialmente en cuanto a mi vocación misionera. Así que decidí convertirme en misionero.
¿Estás feliz con el lugar al que vas? ¿Tienes miedos o preocupaciones sobre el nuevo lugar, la cultura y la gente?
Sentí mucha felicidad cuando supe de mi destino misionero, pero aun así tengo temores al pensar en lo nuevo del sitio y el contexto; mentiría si dijera lo contrario. Además, no soy perfecto, aún tengo muchas limitaciones, pero estoy convencido de que Dios me ayudará a superarlas.
¿Cuáles son tus planes y sueños para tu vida misionera?
Mi sueño es poder anunciar el Evangelio de Dios a muchas personas, especialmente a aquellas que encontraré en mi misión.
¿Tienes en mente algún modelo de gran misionero cuyo estilo de vida te gustaría seguir?
Cristo es el modelo perfecto a seguir en mi vida misionera. Además, me gusta mucho San Pablo, el apóstol entusiasta de Jesús, y me encantaría aprender también de él.
¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes respecto a la elección y la vocación misionera?
Para hablar de esto, me gustaría tomar prestadas las palabras de Jesús a los apóstoles: “¡No tengan miedo!”.