¿Cómo ve a los jóvenes en este momento?
“hay muchos jóvenes que vienen de familias que los educan con amor, caridad, les dedican tiempo y les enseñan a vivir según el ejemplo de Cristo. Por supuesto también hay jóvenes que viven con mucha superficialidad hoy, que se dejan atrapar por los celulares, por los medios de comunicación social, por la moda, la cultura moderna y que los distrae, los vuelve superficiales y les quita la posibilidad de ser lo que podrían llegar a ser como jóvenes. Y lamentablemente hay jóvenes que ya están atrapados por el mal, están en todos los ambientes, los que están atrapados por el vicio, por las drogas, por el sexo, por la indiferencia, por el mal”.
¿Se puede trabajar con los jóvenes?
“¡Es bello trabajar con los jóvenes! Se nota su capacidad de cultivar una semilla que Dios les da, una semilla que la mamá les dio, que el colegio les regaló. Los jóvenes aprenden, pero debemos ser positivos con ellos para que puedan crecer más y puedan vencer la ola negativa que los rodea muchas veces”.
En la educación boliviana ¿qué se requiere dar a los jóvenes para que encuentren el camino?
“No hay dar a los jóvenes, a los jóvenes hay que exigirles. La forma para hacer crecer a un joven no es darle y darle, la verdadera educación es exigir, exigir, exigir con amor, estimular el amor que ellos llevan dentro, el deseo de superación. El hecho es que la sociedad de hoy da mucho a los jóvenes, les da cosas baratas, los hace negativos, los hace débiles y les hace perder el horizonte. Los jóvenes se están perdiendo. Debemos hacer mucho por ellos, pero sobre todo, debemos estar con ellos”.