¿Puede presentarse?
Me llamo Ngo Duc Thuan Joseph, soy de la Inspectoría de Vietnam y en esta 154ª expedición misionera estoy destinado a Túnez, en la nueva Circunscripción del Norte de África (NAC).
¿Qué le llevó a ser misionero?
Creo que la dimensión misionera desempeña un papel importante en nuestra Congregación porque, si no hubiera misioneros en el pasado, no habría Congregación hoy. Ser misionero es como embarcarse en una aventura. Quiero desafiarme a mí mismo saliendo de la zona de confort de mi país y moviéndome hacia nuevas tierras, por amor a Cristo y a Don Bosco. Esto me motivó a elegir ser misionero.
¿Está contento con su destino? ¿Tiene algún temor o preocupación sobre el lugar o la cultura?
Estoy contento con el lugar al que me han enviado porque creo que es la voluntad de Dios. Sin embargo, también estoy un poco preocupado porque me enviarán a una región donde los católicos son minoría.
¿Cómo reaccionaron sus familiares, amigos y hermanos cuando les habló de su vocación misionera?
Todos me apoyan mucho en mi decisión de ser misionero. La mayoría se alegra mucho cuando se lo cuento. Al mismo tiempo, a mi madre le preocupa bastante que me envíen al extranjero porque no quiere que viva lejos de casa.
¿Cuáles son sus planes y sueños para la vida misionera?
Para mi vida misionera, mi principal proyecto es vivir bien el ser salesiano y desarrollar al máximo mis capacidades. Me interesa mucho la animación en 3D y quiero profundizar en este tema. Creo que será de gran utilidad para ayudar a los jóvenes.
¿Tiene en mente algún gran modelo misionero cuyo estilo y vida quiera seguir?
Me inspiré en algunos salesianos, especialmente en los que trabajan en China. Como ellos, quiero ser sencillo, humilde y trabajador en mi vida misionera. También quiero compartir mi pasión, entusiasmo, felicidad y alegría con la gente con la que viviré.
¿Cuál es su mensaje a los jóvenes sobre la elección y la vocación misioneras?
El aspecto misionero es un elemento esencial de la vocación cristiano-católica. Estés donde estés, estás llamado a ser misionero, y si uno se da cuenta de ello y cultiva este deseo, entonces la semilla de la vida misionera dará sus frutos. Ha llegado el momento de tomar la decisión de ser misionero. Confío en la guía y la providencia de Dios, soy valiente y confiado porque con Dios nada es imposible.