El SDB Change Congress, desde el título, se centra en el "cambio". ¿Por qué y qué se debe cambiar?
Toda la vida es siempre una evolución continua, pero aquí queremos hablar de algunos grandes cambios que no podemos ignorar porque tienen una influencia directa en nuestra vida. Pienso en la pandemia, en la guerra, en los grandes cambios geopolíticos que se están produciendo... En el sector económico, el poder del dinero sigue creciendo, y no solo las monedas tradicionales, sino también las monedas digitales, los bitcoins o las formas que se utilizan en la "web oscura", que ni siquiera conocemos.
Luego hay otros cambios que nos afectan aún más de cerca, como salesianos: nuestra visión del “ciudadano honesto” hoy es la del ciudadano que da su vida para luchar contra las mafias o que se compromete con el respeto real a los Derechos Humanos. Todo esto exige también opciones más valientes de nuestra parte, un mayor compromiso con la formación política y social y con la calidad de la educación.
El congreso abordará 5 áreas marco (economía sostenible, espiritualidad y liderazgo salesianos, inteligencia artificial, comunicación del futuro y prevención de la corrupción). ¿Cómo fueron identificados? ¿Hay alguna prioridad?
Personalmente, me importa mucho el aspecto de espiritualidad de todos aquellos que trabajan para y con los jóvenes; sin embargo, todas son cuestiones importantes. Al principio también habíamos identificado otros temas, pero elegimos estos, hace casi tres años, pensando en lo que puede ser más relevante para un público formado en su mayoría por Ecónomos. El medio ambiente, por ejemplo, es un tema ya percibido como ineludible en todas las Inspectorías; La Inteligencia Artificial y la Comunicación son áreas en constante movimiento y con las que no podemos dejar de confrontarnos. La idea básica es que todavía se trata de áreas abiertas -me gusta usar la imagen de "obras en construcción"- de realidades en las que aún no tenemos todas las respuestas, o donde tenemos las respuestas, pero aún no hemos tenido la coraje, el personal o los recursos para ponerlos en práctica.
En varias ocasiones usted ha dicho que ya ha comenzado el SDB Change Congress. ¿Cómo?
Cuando convocamos el congreso, hace 14 meses, al principio había un clima de sorpresa general, porque esta cita es una auténtica novedad: es la primera vez que reunimos a todos los Ecónomos del mundo, porque hasta ahora sólo teníamos reuniones regionales o de capacitación para nuevos Ecónomos; además, en esta circunstancia estarán también los responsables de nuestras ONGs salesianas, que contribuirán aportando su experiencia y know-how. Pero en este tiempo se ha generado un buen diálogo, de calidad, entre todos: Inspectorías, Procuras, ONGs, PDOs... Entonces llegaron muchas propuestas y aportes sobre los temas del congreso y otras sugerencias también, y empezamos a hacer lo que de hecho es uno de los objetivos del Congreso: entender que somos una gran red, llamada a trabajar globalmente, en todos los niveles, en administración, recaudación de fondos, evaluación...
¿Cuál es la relación entre el SDB Change Congress (2022) y la conferencia "Energy Forever" (2019) sobre energías verdes, limpias y renovables?
Aquella cita dio un fuerte impulso a la Congregación en determinados temas, de los que ahora, a pesar de las ralentizaciones a causa del Covid-19, ya se están viendo algunos efectos. Por ejemplo, trajo al Capítulo General 28 el documento sobre energía y medio ambiente, en el que está muy claro que queremos lograr emisiones muy bajas para 2032 para toda la Congregación. Un fruto de todo esto también se ve en la remodelación de la Casa General: seremos la primera Congregación con una Casa General diseñada para producir la menor cantidad de emisiones posible.
El camino que sigue a esa conferencia es el que pensamos realizar incluso después del SDB Change Congress: un camino de difusión y estructuración de lo que surgirá en el congreso.
O sea: ¿cuáles serán los próximos pasos del SDB Change Congress?
Después del Congreso, no diremos simplemente: "vayan en paz". No tendremos paz, porque hay mucho por hacer. Las "obras de construcción", como dije, permanecerán abiertas. Los Ecónomos que regresarán a las Inspectorías tendrán que seguir mejorando la situación, elevar la calidad del servicio de la administración, aumentar la transparencia, combatir la corrupción, sabiendo que también podrán contar con los contactos y la información que se compartirá en el Congreso.
Además, en los próximos años realizaremos encuentros regionales sobre los temas tratados y al final se elaborará un documento global con estas reflexiones, para ser discutido en el próximo Capítulo General. Mi esperanza es que con todo esto podamos traer un cierto espíritu y también una cierta presión para actualizar las estructuras de la Congregación.
Para concluir: casi los mismos días se realizará en Asís el evento "La Economía di Francesco", un encuentro de jóvenes economistas y empresarios llamados a repensar la economía en clave más cristiana y humana. ¿Cuáles son las convergencias entre los dos eventos?
La coincidencia de las citas es casual, porque la 'La Economía di Francesco' se ha aplazado por la pandemia. Pero me alegra ver que el Papa ha querido realizar una operación similar a la nuestra: abrir un foro, donde discutir temas emergentes, apelar a las conciencias e invitar a la gente a participar activamente para cambiar la vida en todo el planeta.
Tengo una enorme esperanza: que estos jóvenes economistas que ahora se reúnen en torno al Papa, en el futuro, encontrándose en grandes empresas, sembrarán los valores del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia.
