Incluso después del terremoto, sus esfuerzos nunca se detuvieron, aunque la reconstrucción de Haití no fue fácil. En los siguientes 10 años hubo otras pruebas muy duras, como una epidemia de cólera, el huracán Matthew y, más recientemente, el descontento popular.
“Incluso frente a emergencias y desafíos devastadores, los Salesianos siguieron avanzando en la reconstrucción de escuelas y en la restauración de programas educativos con presupuestos a menudo limitados, problemas y retrasos en los suministros. El deseo de dar una vida mejor a los jóvenes necesitados ha seguido siendo nuestra fuerza motriz”, expresó el P. Gus Baek, Director de la Procura Misionera Salesiana en New Rochelle.
A modo de ejemplo, podemos enumerar algunos datos:
- Antes del terremoto, los Salesianos contaban con 11 centros educativos y otras Pequeñas escuelas del P. Bohnn. Atendían a más de 20.000 estudiantes de primaria y 5.500 de secundaria. El terremoto destruyó el 90% de las escuelas del país.
- La mayoría de los alumnos de las escuelas primarias salesianas, hoy unos 17.000, se educan en las 192 “Pequeñas Escuelas del P. Bohnen” en los barrios pobres de Puerto Príncipe.
- Hoy en día, todas las escuelas están en pleno funcionamiento y han vuelto a la educación, pero todavía hay que reconstruir muchas estructuras.
- En 2018 se construyó una nueva escuela primaria salesiana en Les Cayes para acoger a unos 360 estudiantes.
- En julio de 2019 los Salesianos han puesto en marcha también la Escuela Técnica "ENTEC", para la formación de los docentes de los institutos técnico-profesionales.
- En 2015 se reabrió el Centro Juvenil Salesiano de Fort Liberté, que ofrece una amplia gama de programas educativos formales e informales.
- Los Salesianos también han creado un Centro Juvenil en Thorland, cerca de Puerto Príncipe, que atiende a unos 650 jóvenes y que tiene una escuela de fútbol.
- Más de 18.000 estudiantes de las escuelas salesianas de Puerto Príncipe, Fort-Liberté, Cap-Haïtien, Les Cayes, Gressier y Gonaïves recibieron donaciones de arroz durante un período de 8 meses.
A pesar de los progresos, Haití sigue siendo el país más pobre de América y uno de los más pobres del mundo. Los Salesianos, por su parte, perseveran en su empeño por construir escuelas e infraestructuras, desarrollar programas de formación, ofrecer programas de alimentación y, sobre todo, dar a los jóvenes la esperanza de un futuro mejor.
Fuente: Salesian Missions