Los jóvenes misioneros de varias escuelas de Lubumbashi, se reunieron en el Instituto San Francisco de Sales de Imara. Recogieron ropa, zapatos y diferentes tipos de alimentos. Partieron a la misión de Kapolowe, una casa fundada por los benedictinos y actualmente acompañada por dos sacerdotes de la Archidiócesis de Lubumbashi, junto con una comunidad de 6 hermanas de la Caridad de Jesús y María y un pueblo entero que organiza su vida en torno a la misión. Las Religiosas llevan un internado para niñas y un hospital que se especializa en el tratamiento de personas que viven con los efectos de la enfermedad de Hansen y de la Tuberculosis.
Al dar la bienvenida a los jóvenes, el médico que dirige el centro indicó que el gesto de solidaridad es un “rayo de sol en la vida de todas estas personas que llevan consigo la herencia de la lepra”. Acompañó a realizar una visita al centro y aprovechó la oportunidad para educar a los jóvenes. “Estos gestos que ustedes hacen es valorar a las personas. No se olviden de ellos, continúen pensando en ellos”, les dijo.
Una gran alegría y agradecimiento sincero marcaron el momento de la entrega de los regalos y de la recepción por parte de las personas.
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Posteriormente, los jóvenes misioneros de la solidaridad terminaron el día con la participación en la Santa Misal el domingo en la fiesta de la Ascensión, durante la cual el P. Marc-Marie Ngoie, SDB, les recordó que “los misioneros son amados por el Señor”.