La realidad en la que se encuentran los Salesianos en Gambia, el 134º país en el que está presente la Congregación Salesiana presenta numerosos desafíos: a nivel religioso, el 96% de la población es de fe islámica y el 4% restante pertenece a la religión cristiana. A nivel político, estamos asistiendo a un período de esperanza, pero también de miedo, ya que después de 22 años de gobierno autoritario por parte del expresidente Yahya Jammeh, el 2016 se eligió regularmente a un nuevo presidente. Así, tras décadas de inercia ligada a la particular situación política, con esta reciente y repentina libertad, se han desencadenado una serie de conflictos tribales por la posesión de la tierra, y son las minorías étnicas las que se encuentran grandes dificultades.
La misión salesiana, heredada de una congregación local y destinada a ser utilizada como centro oratorio-juvenil, se encuentra en un contexto muy específico, sin embargo; no faltan oportunidades de servicio pastoral, ya que en la misión casi toda la población es católica, salvo algunos animistas.
Por esta razón, con el fin de responder a las necesidades espirituales de la población local, los Salesianos han decidido construir una capilla que pueda beneficiar a la población local: unas 750 personas, entre niños (300), hombres y mujeres jóvenes (200), adultos (110) y habitantes de los pueblos de los alrededores (140). La construcción ha sido finalizada, pero se necesitan los últimos retoques, como pintar la capilla, tanto en el interior como en el exterior, dotarla de bancos para los fieles, fijar los cristales de las ventanas, entre otros muchos acabados.
Confiando en la protección de María Auxiliadora y en la solidaridad de bienhechores de todo el mundo, los misioneros salesianos en Gambia están convencidos de que pronto podrán ofrecer a los jóvenes y a la población local un lugar adecuado para rezar y encontrarse con Dios en los sacramentos.
Para mayor información visite: www.missionidonbosco.org