¿Cómo nació el "sueño africano"?
En 1980 la Congregación había puesto en marcha el "Proyecto África" y Nigeria fue confiada a la Provincia de Turín. En 1982, hablando de la misión de Nigeria con el nuevo Inspector instintivamente dije: "Si me necesita, cuente conmigo!" Tres meses más tarde me invitó a ir a Irlanda para estudiar inglés y prepararme para la partida.
La primera etapa fue Akure...
El 5 de noviembre de 1982 con un salesiano, Riccardo Castellino, aterricé en Lagos, entonces capital de Nigeria. El 31 de enero de 1983, el obispo estableció una nueva parroquia confiada a nosotros; viniendo de Valdocco, fue inmediato para nosotros elegir el nombre: parroquia "María Auxiliadora", que también se convertirá en santuario. Junto a la iglesia en los últimos años han surgido el centro juvenil, talleres y una escuela técnica, una imprenta, una clínica para recibir asistencia médica y asesoramiento para los pacientes de SIDA; todos los meses alrededor de 1.500 personas consultan el centro.
¿Cómo han nacido los Bosco Boys?
En el 2000, yo estaba en Ibadan, la ciudad más grande y extensa de Nigeria, en el que fácilmente se refugian todos los niños que huyen de sus aldeas y terminan viviendo en las calles. A los jóvenes salesianos les propusimos que reunieran semanalmente a estos chicos, y cómo Don Bosco, hacérselos amigos. En Ibadan está construyendo ahora una casa pequeña (20/25 plazas) de acogida para los niños, para los momentos de enfermedad y para reunirse con personas que pueden ayudarles a regresar a la familia para planificar el futuro. En Ibadan la gente los llama "Bosco Boys".
¿Cómo te reuniste con los niños musulmanes?
En 2008 recibo un nuevo destino: Abuja. Durante años, el cardenal arzobispo requería la presencia de los Salesianos en los suburbios. Por ahora nos ha confiado una parroquia; con su ayuda hemos sido capaces de comprar el terreno para construir la obra, que prevé escuelas técnicas y un centro juvenil. Abuja está en el centro de Nigeria; el sueño de los Salesianos en Nigeria siempre ha sido llegar a los chicos del Norte, en su mayoría musulmanes; Don Bosco ama a todos los jóvenes, más allá de raza, tribu o religión. Y la oportunidad llegó con una propuesta del obispo de Kontagora. Con un largo viaje de 10 horas llegamos a Koko, en el mundo hausa-musulmán.
¿Cómo fue su primera misa en territorio musulmán?
Antes de la puesta en servicio, visitamos al Emir, la más altas autoridad musulmana del lugar, un hombre que conoce a su pueblo, dispuesto a colaborar con la Iglesia, a la que estima. La misa fue celebrada en una iglesia no terminada todavía, pero desbordante. Fue una buena función, cantada con la participación gozosa de la gente. En la misa, el obispo entregó a los tres salesianos el cuidado de la cuasi-parroquia. Este es mi trabajo actual: la entrega a mis alumnos.
