¿Cuál es la situación de la Escuela Salesiana en América?
La Escuela Salesiana en América (ESA) es muy popular y es muy apreciada por parte de las instituciones y por parte de las personas. Y no solo por la calidad de la educación, sino también por la educación en valores y la contribución social de la que es portadora. Una de sus características es que es una escuela popular, que a través del Sistema Preventivo quiere ayudar a los jóvenes a encontrar su lugar en el mundo.
¿Podemos decir que la ESA está implementando la opción preferencial para los jóvenes más necesitados?
Podemos decirlo que sí. Por ejemplo, en Bolivia hay un modelo excelente, el de las Escuelas Populares de Don Bosco, que es el resultado de una alianza con el gobierno: es una red de escuelas públicas para niños y muchachos necesitados, jóvenes, dirigidos y animados por los Salesianos. Y esto es solo un ejemplo, hay otras realidades en varios contextos.
¿Qué camino ha hecho la ESA desde que se convirtió en el referente del sector?
Se me encomendó esta tarea en abril de 2017 y poco después, en mayo, se realizó la llamada ESA IV. Mi trabajo consiste sobre todo en coordinar el progreso educativo en diversas realidades geográficas, sectoriales, donde se encuentra la Familia Salesiana en los cuatro ejes principales indicados por el Congreso del ESA IV: la respuesta salesiana a las necesidades educativas de los jóvenes, formación docente, calidad educativa y sostenibilidad.
¿Cuáles serán los próximos pasos que se debe seguir?
Nuestro trabajo no comienza desde cero. Por eso lo primero que debemos hacer es evaluar lo que se realiza. El año 2018, por primera vez, tuvimos encuentros Regionales después de ESA IV y surgieron muchas propuestas. En 2019 procederemos a la verificación de los procesos y al intercambio de buenas prácticas que se realizan en diversas partes.
¿Qué dice el Sínodo sobre los jóvenes en ESA?
El sínodo nos pide que nos preguntemos: qué tipo de acompañamiento estamos dando a los jóvenes en las escuelas y qué proyecto de vida les estamos proponiendo. Porque la escuela no es un sujeto neutral: en cualquier caso, educa hacia un determinado modelo de persona y sociedad. Y debemos asegurarnos de que siempre estemos de acuerdo con los valores del Evangelio y con el contexto social en el que trabajamos.