En la isla se encuentran presentes algunos grupos de la Familia Salesiana: las Hermanas de la Caridad de Jesús, las Hijas de María Auxiliadora, los Salesianos Cooperadores y los Exalumnos. Y hasta hace poco tiempo, dos salesianos eran los únicos que vivían y trabajaban, ambos nacidos en la isla de Jeju - un sacerdote y un coadjutor.
En el último año, sin embargo, por invitación del obispo diocesano, Mons. Peter Kang U-il, el P. Gabriel Oh, evaluó la oportunidad para abrir una nueva presencia salesiana en favor de los jóvenes católicos de Jeju. Gracias al informe y al espíritu de servicio, el P. Gabriel ofreció una contribución importante a la vida pastoral y sacramental de la comunidad católica local.
Después de nueve meses de paciente y precioso compromiso, llegó la confirmación para dar inicio a una primera obra salesiana en esa diócesis. Si bien es cierto que existe una gran necesidad de personal en las parroquias, la presencia salesiana tendrá un ADN típicamente salesiano: será una obra dirigida directamente a favor de los jóvenes en situación de riesgo, un ámbito pastoral que todavía no se encuentra completamente desarrollado en Jeju.
Gracias a la ayuda de muchos laicos y sacerdotes diocesanos se ha identificado la primera tarea que involucrará a la comunidad salesiana: entrenamiento, períodos de tiempo preestablecidos, trabajo con los muchachos en conflicto con la ley y que serán seleccionadas por el Tribunal de la Corte de familia. Hasta ahora, el tribunal tenía solo dos opciones con respecto a estos jóvenes en riesgo de exclusión social: enviarlos a los servicios sociales obligatorios o enviarlos a un reformatorio juvenil durante 1-2 años. Para ellos se abre una nueva forma de servicio y de atención.
El obispo Kang U-Il, junto con su obispo coadjutor, Mons. Pius Moon, dieron el visto bueno para dar inicio a la presencia salesiana el año 2018 y que se construirá en la “La granja de San Isidoro”, en el corazón de la isla de Jeju.
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