La experiencia comenzó el día viernes por la tarde con un juego para romper el hielo y desarrollar el espíritu comunitario. Al día siguiente los participantes asistieron a distintas secciones de formación. Anne-Florence Perras, animadora del MJS, habló de la importancia y de las diversas facetas del compromiso: compromiso significa creer, encontrarse, dar y recibir, esperar. La joven a subrayado que muchas veces no es fácil empeñarse en esta dinámica, ni tampoco lo es formar equipos de animación, comportarse con los jóvenes, animarlos… Por eso el compromiso necesita de renuncia, de dedicación del propio tiempo ofrecido a la animación y disponible para los otros.
«Animar quiere decir ofrecer el espíritu: esto es lo que queremos conseguir con los jóvenes: un sueño, una esperanza, un mañana feliz», se pronunció reiteradamente.
Por la tarde, los jóvenes trabajaron todos juntos en la preparación de un retiro escolar previsto para ser realizado en el futuro. Esta dinámica les enseñó a estar disponibles a las personas que solicitan ayuda y que muchas veces no se puede ayudar a todos.
Bajo la óptica de la responsabilidad, los jóvenes del MJS dejaron el encuentro para dar paso a la formación específica de los grupos de «Ephata». La conclusión de esta experiencia fue la celebración Eucarística. «Vivimos un espléndido fin de semana», asegura Benoît. «Nos hemos conocido, nos divertimos juntos y estamos más seguros de la responsabilidad de nuestro compromiso. Ahora nuestro compromiso y nuestras convicciones están más fortificadas».
Fuente: MGS FRB