En un informe reciente de Caritas de Venezuela aparecen cifras alarmantes sobre la pobreza y la desnutrición que afectan a los niños en el país. Según el estudio, realizado con estimaciones que van desde abril de 2017 a agosto de 2017, en 32 parroquias de Caracas y los estados de Miranda, Vargas y Zulia, "el 14.5% de los niños examinados sufre de desnutrición moderada y severa; el 21% la sufre en grado leve, mientras que el 32.5% está en riesgo de desnutrición".
Los datos también muestran que el 68% de los niños "tienen un déficit nutricional o es probable que lo tengan". En el 71% de las familias contactadas se encontró deterioro de la calidad de los alimentos, el 64% dijo que estaban experimentando una escasez de alimentos y el 63% afirmó comprar alimentos en el mercado negro.
Niños, jóvenes y ancianos deambulan por las ciudades de Venezuela en busca de comida. Cavan en la basura, van a los lugares de comida rápida para pedir a la gente algo de lo que comen, o se quedan en la entrada de las panaderías para pedir un poco a los clientes.
En otros continentes, otras latitudes, la situación es la misma: en Mandalay, la segunda ciudad de Myanmar, hay muchos niños que, forzados por la pobreza, viven en la calle. Por esta razón la arquidiócesis, que involucró a varias congregaciones y confió a los salesianos la coordinación del proyecto, lanzó una iniciativa de apoyo para los más vulnerables de la población.
Se trata de niños huérfanos, leprosos, portadores de VIH, pacientes con cáncer, niños con diversas formas de discapacidad, niños ciegos, prisioneros de ambos sexos y víctimas de desastres naturales... Son una docena de categorías protegidas por los salesianos y otras congregaciones.
Los religiosos, cuando van a visitar a estas personas, les animan y les apoyan con pequeños regalos de gran utilidad: artículos de higiene personal, complejos multivitamínicos y medicamentos de diversos tipos.
"Prometo las fervientes oraciones de todos los religiosos de la arquidiócesis y la sincera gratitud de todos los pobres beneficiarios", asegura el padre Peter Myo Khin, salesiano de Mandaly, al pedir ayuda para erradicar la pobreza.
