Desde el 30 de abril los novicios y los prenovicios viven juntos una experiencia “cara a cara”. Es un encuentro entre los jóvenes que están próximos a hacer la carta para pedir ser novicios y aquellos que viven el año de noviciado. El encuentro con el Santo Padre, fue pensando en este camino. Se ha acordó visitarlo, pero se mantuvo en secreto hasta el último momento, y al final el Papa estuvo casi unos 50 minutos con los formadores y los formandos, un tiempo largo de aquello que estaba programado de solo quince minutos.
El Papa Francisco respondió a muchas preguntas y habló diversos temas. Sobre el tema del acompañamiento en el discernimiento vocacional, subrayó la necesidad de garantizar que los jóvenes “asuman sus responsabilidades”. Les manifestó que se tenga mucho cuidado a la hipocresía y a la mediocridad, y expresó sobre todo a “aquellos que deseen ingresar al seminario, porque sienten que no pueden valerse por sí mismos en el mundo”. Por otra parte les invitó a “vivir la oración: no necesitan largas oraciones y ni oraciones artificiales, sino una oración sencilla, pero con confianza”.
El Pontífice también explicó el concepto de periferia: las “sociales” de los pobres, y del “pensamiento”, en diálogo con los ateos y los agnósticos... En cualquier caso, el consejo para los superiores fue explícito: “a las periferias sociales y existenciales hace falta enviarlos a los mejores”.
En la Pastoral Juvenil, el Papa instó a utilizar la “creatividad” para enseñar y para “ayudar a los demás, los valores humanos de la amistad, de la familia, del respeto a los mayores”, para frenar la “cultura del descarte”.
El Papa envió un saludo y una bendición a los Salesianos y a los cristianos en Siria y prometió sus oraciones por el Padre Tom Uzhunnalil, el salesiano secuestrados hace 14 meses en Yemen.
“De verdad, fue un buen momento de comunión con el Pastor de la Iglesia que marcará la vida de estos jóvenes. Un regalo agradecido que sirve para prepararse para la próxima Jornada Mundial por las Vocaciones y para la fiesta de San Domingo Savio”, dijo el P. Antonello Sanna, Maestro de Novicios en Genzano de Roma.