A este compromiso se añadió la necesidad de intensificar el intercambio de ideas, incluso durante los momentos informales, para aclarar su propio pensamiento y comprender mejor el de los demás. El Capítulo, de hecho, puede compararse con un gran taller, donde las tres "líneas de producción" (es decir, los núcleos temáticos) se entrelazan manteniendo al mismo tiempo su especificidad en contenido y peso. Esto exige por parte de los participantes una considerable flexibilidad mental y una buena resistencia: de hecho, deben mantener separados los “dibujos técnicos” y las “piezas” a componer, sin perder de vista la visión unitaria y coherente que transformará estas reflexiones en el “producto final”.
Una Visión Fortalecida para el Consejo General
Un aspecto central del trabajo de hoy fue la consolidación de la visión del Consejo General, asegurando que represente adecuadamente los Sectores y las Regiones. Se delineó el objetivo de una coordinación más estrecha, orientada a una acción más unitaria y reconocible, junto con el fortalecimiento de la capacidad de planificación de este organismo.
Al mismo tiempo, se reafirmaron las características esenciales que deben reconocerse en los hermanos llamados a roles de responsabilidad, tanto a nivel mundial como en las inspectorías. Estas confirmaciones se enriquecieron con importantes matices, en línea con las orientaciones que el CG29 está trazando para el próximo sexenio.
Centralidad de Cristo y Fidelidad a la Vocación
Las Comisiones y sus relatores presentaron textos sobre dos temas clave: la centralidad de Cristo y el cuidado de las vocaciones, y la escucha, la interpretación y las decisiones para la vida de los salesianos. Estas reflexiones ofrecieron una evaluación franca y profunda sobre el estado espiritual, psicológico y organizativo de las comunidades salesianas.
No hubo reticencias para evidenciar las limitaciones personales y estructurales, y la convergencia de las observaciones surgidas de los diferentes grupos atestigua la veracidad y, a veces, la severidad de los análisis. El objetivo es claro: el salesiano de hoy debe reafirmar su fidelidad a la vocación, pasando de las idealizaciones y abstracciones a la autenticidad interior y la concreción práctica.
Esto implica reexaminar los métodos y las prácticas de vida comunitaria, que deben concebirse como familias capaces de escuchar y comprender las dificultades de cada hermano, y de afrontar juntos las inevitables crisis recurrentes. Los salesianos, inmersos en el mundo contemporáneo, son influenciados por él y constantemente interrogados, a menudo incluso "provocados" por sus desafíos.
El conjunto de documentos elaborados hasta ahora, que ahora forman parte del patrimonio del CG29, permite redefinir la dirección del camino a seguir. Este camino debe servir auténticamente al crecimiento humano y cristiano de cada hermano, favoreciendo una formación permanente en un clima de autenticidad y alegría.
En el horizonte, aparece la imagen del oratorio como paradigma de una relación fraternal y acogedora. Un lugar donde cada persona pueda ser escuchada y apoyada, donde se desarrolle la creatividad necesaria para responder a las necesidades del corazón y los recursos disponibles. El oratorio, de hecho, representa un modelo capaz de fomentar el encuentro y la educación de los jóvenes, el testimonio evangélico hacia los pobres y la construcción de la paz.
El 29º Capítulo General continúa su trabajo con determinación, esforzándose por traducir estas reflexiones en directrices concretas para el futuro de la misión salesiana. Los desafíos son grandes, pero también lo es la esperanza de construir comunidades más auténticas, fieles a su vocación y capaces de responder con coherencia a las necesidades de nuestro tiempo.
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