Todo comenzó con una casa para aprendices en Würzburg, como primera estructura. Hoy, esa casa se ha convertido en el centro educativo de Caritas-Don Bosco gGmbH. Allí y en más de treinta sedes en Alemania, en la Suiza de habla alemana y en Turquía, los salesianos de Don Bosco de GER acompañan cada día a varios miles de niños y jóvenes, con el apoyo de aproximadamente dos mil empleados, que junto con muchos otros voluntarios comprometidos brindan una valiosa ayuda en todas las actividades.

Se presta especial atención a la comunidad educativa y pastoral de las instituciones de la inspectoría alemana, que incluye principalmente a los propios jóvenes, pero también a sus familias, a todo el personal —tanto empleado como voluntario—, a los practicantes, a los diversos colaboradores y, finalmente, a los salesianos de Don Bosco y, en algunos casos, a miembros de otros grupos de la Familia Salesiana o a los exalumnos de cada obra.

Las tareas y los ámbitos de trabajo de la obra salesiana en Alemania (Don-Bosco-Werk) son diversos. Entre ellos se encuentran: la educación de los jóvenes y el cuidado del medioambiente, la asistencia a la juventud y el trabajo social, el acompañamiento educativo y recreativo, el apoyo a niños y jóvenes en centros diurnos, las estructuras de formación profesional, la asistencia a jóvenes refugiados no acompañados, las medidas de activación y cualificación para jóvenes sin diploma o profesión, el apoyo a personas sin hogar, la atención a jóvenes con problemas de salud mental y la pastoral parroquial y de migrantes.

El apoyo solidario a proyectos educativos y pastorales en la congregación y la ayuda de emergencia en situaciones de crisis a través de los programas misioneros dirigidos desde Bonn y Beromünster son una expresión de la misión salesiana.

Desde 2016, la inspectoría alemana también incluye la presencia en Estambul, Turquía, donde los salesianos de Don Bosco apoyan principalmente a numerosos jóvenes migrantes, además de ocuparse de la pastoral parroquial y la educación escolar.

Actualmente, la Inspectoría GER se centra en cinco desafíos:

1. En armonía con la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco, Don-Bosco-Werk se compromete activamente con la salvaguardia de la Creación, integrando la sensibilización ecológica en la pedagogía, la pastoral y la organización y realización de proyectos concretos.
2. Debido al creciente número de jóvenes que sufren ansiedad, depresión u otros trastornos mentales, Don-Bosco-Werk desarrolla servicios que responden a sus necesidades, ya sea a través del acompañamiento pastoral, de medidas preventivas, de asesoramiento o de apoyo en situaciones de crisis.
3. Los jóvenes de hoy enfrentan el desafío de vivir los valores democráticos en una sociedad polarizada. Don-Bosco-Werk promueve su capacidad para resolver conflictos de manera pacífica y comprometerse activamente con la democracia y la solidaridad, guiándolos en la educación política de acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia.
4. Muchos jóvenes viven en condiciones sociales precarias. Don-Bosco-Werk les ofrece atención y espacios de acogida. A través de propuestas flexibles y adaptadas a sus necesidades, se busca mejorar sus condiciones de vida y abrirles nuevas perspectivas de futuro
5. Don-Bosco-Werk busca, forma y acompaña a sus empleados para que estén presentes para los jóvenes según el espíritu de Don Bosco.

En todas sus actividades, la Inspectoría GER persigue un único objetivo: ayudar a los jóvenes a tener éxito en la vida. Como Don Bosco, parte de su situación y los apoya en el camino para que se conviertan en “honestos ciudadanos y buenos cristianos”.

Una breve panorámica estadística: Actualmente, en la inspectoría alemana viven 183 salesianos de Don Bosco:

-      138 sacerdotes,

-      37 hermanos,

-      1 diácono permanente,

-      2 clérigos con votos perpetuos,

-      5 clérigos con votos temporales.

Un total de 52 sacerdotes trabajan en la pastoral parroquial y 41 en la pastoral de migrantes en misiones de lengua materna (caldea, italiana, croata, polaca y vietnamita). Sobre todo, se esfuerzan por llegar a los niños y jóvenes y a sus familias.

En las “comunidades salesianas”, los jóvenes deben poder aprender a vivir una vida autodeterminada, basada en la fe y asumir responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad, en el espíritu del Evangelio. También el obispo salesiano alemán, monseñor Stefan Oster, nombrado obispo de Passau en 2014, está comprometido con este propósito.

Además, tres salesianos alemanes trabajan como misioneros ad gentes en favor de los jóvenes.

Otro aspecto importante es el de los aproximadamente noventa jóvenes que cada año realizan un servicio de voluntariado con Don Bosco Volunteers en proyectos salesianos en Alemania o en muchas inspectorías salesianas de África, Asia, América del Sur y Europa. Junto con los salesianos de Don Bosco, estos voluntarios trabajan en todo el mundo para ofrecer a los menores una vida digna.

También es digno de mención el Don Bosco Foundation Centre de Múnich, bajo cuyo techo ya se han establecido más de doscientas fundaciones fiduciarias y fondos de dotación, que apoyan activamente los proyectos salesianos en el país y en el extranjero, permitiendo actividades con y para los jóvenes que de otro modo no podrían financiarse.

A través de su diverso compromiso, los salesianos de Don Bosco, junto con sus colaboradores en la inspectoría alemana —así como en todo el mundo—, son auténticos defensores y promotores de los niños y jóvenes, y ofrecen una ayuda rápida y eficaz a quienes la necesitan, allí donde la pobreza y la necesidad son mayores.

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