Al año siguiente, las Hijas de María Auxiliadora, recién llegadas, comenzaron a trabajar con los indígenas bororo en las orillas del río São Lourenço, en la Colônia Teresa Cristina.

A finales de 1894, en un nuevo terreno, iniciaron su labor educativa, fundando en Cuiabá el instituto “São Gonçalo”. Por ello, el año pasado, en 2024, la Inspectoría salesiana “San Alfonso María de Ligorio” de Brasil-Campo Grande (BCG) celebró su 130º aniversario.

Hoy, la Inspectoría BCG está presente en tres estados brasileños: Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y el oeste del estado de São Paulo; y para facilitar los desplazamientos entre estos territorios, su sede se estableció en el centro, en la ciudad de Campo Grande.

Actualmente, forman parte de la BCG:

● 72 sacerdotes;
● 2 diáconos;
● 16 hermanos;
● 7 estudiantes de teología;
● 11 tirocinantes;
● 11 posnovicios.

En cuanto a obras, hay veintiuna comunidades canónicamente erigidas, con una gran variedad de apostolados en marcha: dieciocho parroquias; escuelas de diferentes niveles, activas en ocho centros salesianos; cuatro centros universitarios; varios centros de formación profesional y agrícola; ocho oratorios-centros juveniles que atienden a un total de once mil beneficiarios; y numerosas obras misioneras.

De hecho, hoy, casi uno de cada cuatro salesianos (23%) de esta inspectoría se dedica al trabajo en misiones indígenas, atendiendo a trescientos sesenta y cinco poblados y brindando cuidado a aproximadamente 24.259 indígenas.

Desde 2020, el superior de esta inspectoría es el padre Ricardo Carlos, quien lidera un consejo inspectorial compuesto también por el padre Ademir Lima de Oliveira (vicario), el padre Erondi Tamandaré Reis Pereira (ecónomo), el padre Aldir da Silva (consejero), el padre Andelson Dias de Oliveira (consejero), Ângelo César Cenerino (consejero), Hermenegildo Conceição Silva (consejero), el padre João Marcos Araújo Ramos (consejero) y el padre João Bosco Monteiro Maciel (secretario inspectorial).

La Familia Salesiana, auténtica expresión de unidad espiritual y educativa – en la que sus miembros viven intensamente el Sistema Preventivo de Don Bosco, a través de la amabilidad, la razón y la religión, para transmitir a los jóvenes prácticas que demuestran el amor de Dios y su salvación – cuenta con nueve grupos en esta inspectoría, con la colaboración de al menos un miembro de la Familia Salesiana en cada comunidad.

Además de los Salesianos de Don Bosco, también están presentes las Hijas de María Auxiliadora (HMA); las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María; las Hermanas de Jesús Adolescente; los miembros de Cancão Nova; y, con especial mención, la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), con quinientos treinta y un miembros en once centros locales; los Exalumnos, con ciento sesenta y cinco miembros activos en ocho presencias; los Salesianos Cooperadores, con ciento ochenta y cuatro adherentes en once presencias; y las Voluntarias de Don Bosco: dieciséis, en cuatro centros.

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