Los residentes de la zona necesitaban un refugio y un lugar donde sentirse seguros, y esta donación ha tenido un gran impacto en la vida de ciento cuarenta y tres jóvenes. Los salesianos pudieron emplear los fondos de los donantes para hacer que el área recreativa del centro sea más acogedora, segura y accesible. Aquí, los jóvenes pueden practicar deportes y participar en actividades recreativas con sus compañeros.
Un salesiano que trabaja en el centro explicó: “Este proyecto permitió la construcción de un campo de fútbol sintético y de otras áreas recreativas. La alegría de los niños y jóvenes ahora es evidente. Los nuevos espacios han cambiado el ambiente y han fortalecido en los chicos un sentido de pertenencia y dignidad. Esto también refuerza nuestro compromiso de garantizar a los jóvenes una vida más digna y una mejor calidad de vida”.
Además de las actividades recreativas, los salesianos ofrecen apoyo educativo y ayudan a los jóvenes a asistir a la escuela. Muchos de los que acuden al centro asisten a escuelas públicas, y cerca del 60% de ellos señala no tener acceso a Internet ni a otras herramientas tecnológicas. Muchos de estos jóvenes también están en riesgo debido a la violencia y a la presencia de cárteles de droga en la región.
El mismo salesiano añadió: “Las actividades que se realizan en el centro reducen la ansiedad de los jóvenes, así como la exposición a la violencia y la criminalidad. Se promueven actividades recreativas, deportivas y de formación para generar un impacto positivo en los jóvenes y en las familias del barrio”.
Los salesianos ofrecen programas de desarrollo social y educativo en todo el Ecuador para ayudar a los más vulnerables, dándoles acceso a una educación y habilidades para un futuro empleo.
Según UNICEF, Ecuador es una de las sociedades más desiguales del mundo. El 20% más rico de la población recibe casi el 50% del ingreso nacional, mientras que el 20% más pobre recibe solo el 5%. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos, casi el 26% de todos los niños menores de cinco años tienen un crecimiento atrofiado, cifra que asciende al 31% en las áreas rurales y al 47% en las comunidades indígenas.
Fuente: Salesian Missions